martes, febrero 02, 2010

Monte Albán


Monte Albán es la ciudad zapoteca erigida sobre uno de los cerros cercanos a la actual y ya centenaria ciudad de Oaxaca de Juárez.

Esta ciudad prehispánica fue la sede del Estado Zapoteca que dominó el valle de Oaxaca del siglo V a. C- al siglo VII u VIII d. C. Sus fundadores se organizaron inicialmente en lo que la autora, -la antropologa Joyce Marcus, doctora por la Universidad de Harvard- define como una Jefatura política con sede en El Mogote. Y posteriormente se trasladadron de los poblados que habitaban en el piemonte y riberas de arroyos del valle a formar la ciudad.

El desarrollo de Monte Albán se realizó en cinco etapas. La primera del año 500 al 20 a. C., aunque previamente hay un periódo que se identifica como fase Rosario. Durante Monte Albán I se da la formación de la ciudad con la emigración de los habitantes de los poblados del valle de la región que actualmente se identifica como Etla. En una seguna fase, Monte Albán II, del año 20 a. C. al 200 d. C. se dá un gran desarrollo y expansión territorial para dominar hacia el norte más allá del valle y montañas para contener la expansión de otros pueblos, y hacia el sur hasta dominar todo el valle, hasta lo que actualmente es Ejutla y Sola de Vega. La época III es la de mayor esplendor, del año 200 a 750 d. C.. De esta época se han encontrado vestigios de cerámica como evidencias de la relación que Monte Albán tuvo con Teotihucan -la mayor de las culturas desarrolladas en el Valle de México-. En su máximo esplendor estuvo habitada por 20 mil a 30 mil personas.

Monte Albán inicia su decaimiento en la época IV, del año 700 a 900 d. C. e inicia el surgimiento de otra pequeñas ciudades en el valle. Los estudiosos no tiene claro el motivo de su decaimiento. Finalmente la época V, de año 900 a 1200 d. C. Su población va disminuyendo a menos de 4 mil habitantes.

Monte Albán fue el centro político y religioso del Estado Zapoteca. Sus principales edificaciones, parcialmente de pie algunas de ellas, fueron dedicadas al culto y al ejercicio del poder. En la misma cima y en cientos de terrazas en la ladera del cerro estuvieron contsruidas las casa s habitación de la mayoría de sus pobladores. Contó con un sistema de captación del agua de la lluvia y su conservaciéon en las alturas, para los usos de la vidad diaria. Los alimentos, maíz, calabaza y otros productos domesticados se siguieron cultivando en el piemonte y en el valle.

Uno de los mitos de Monte Albán son las estelas grabadas en relieve en grandes bloque de piedra y conocidas como "Los Danzantes". Esas figuras representaban a prisioneros sacrificados, sacandoles el corazón y los genitales, y su función era basicamente militar: mostrar a los posibles enemigos qué podía pasarles si enfrentaban a los zapotecos de Monte Albán. Otras estelas representaban a dignatarios zapotecas o embajadores de otros pueblos, como el teotihuacano.

Los zapotecos de Monte Albán contaron con un sistema númerico basado en el uno (un punto .) y el cinco (una raya -). Tuvieron un sistema de representación gráfica de sus relatos, a base de glifos o símbolos. Tenían un calendario sagrado de 260 días -20 meses de 13 días- y otro secular de 365 días.

Una de las hipotesis de su decaímiento es que ya no era necesario mantenerse viviendo en la alturas de una montaña, cuando ya habían dominado todo el valle de Oaxaca y con los mexicas del valle de México mantenían relaciones de permiso de paso por su territorio para el uso de aquellos en su trayectoria hacia el sur para llegar a sus dominios en el Sonconusco (actualmente en el Estado de Chiapas en los límites con Guatemala).

Del emporio que fue Monte Albán se conservan algunas de sus edificaciones en pie. De los tesoros encontrados en la tumbas de sus dignatarios -joyería de oro, jade y otrs piedras preciosas- algunas se conservan en el Museo de sitio, otras en el Museo de las Culturas de Oaxaca -Exconvento de Santo Domingo- y Museo Nacional de Antoropolgía e Historia en la ciudad de México.

Se estima que actualmente hay mas de medio millón de hablantes del zapoteco, aunque son más sus descendientes en el Estado de Oaxaca, quienes conservan una de sus ancestrales costumbres como la ayuda mutua o guela gueza. Miles de zapotecos han emigrado al vecino país del norte y envían remesas de dólares a sus familiares residentes de muchos poblados de Oaxaca.

Monte Albán sigue asombrando a muchos, algunos viajeros desde otros continentes y miles de descendientes de quienes erigieron esa ciudad en la cima.


Título: Monte Albán
Autora: Joyce Marcus
Traductoras: Lucrecia Orensanz Escofet y Adriana Santoveña
Editorial: Fondo de Cultura Económica y El Colegio de México
Edición: Primera, agosto de 2008.

Recuerdo de la visita a Monte Albán el 1 de enero de 2010 >>>

1 comentario:

marichuy dijo...

Elonai

La de Joyce Marcus, una visión interesante (nada que ver con reseñas turísticas), sobre uno de los sitios más fascinantes y algo mágicos de este país.

La foto es preciosa

Saludos