miércoles, febrero 23, 2011

La ruta de Hernán Cortés



Historia de lo sucedido en las primeras décadas del siglo XVI en el mar Caribe, el golfo de México y su costa y el arribo de los conquistadores españoles a la parte continental que llamaron Villa Rica de la Vera Cruz. Es la relación de hechos que escribió Fernando Benítez hace más de seis décadas.

La conquista de México es uno de los capítulos de la historia nacional, de Latinoamérica y del mundo, que marcaron un hito en el desarrollo de la humanidad. Mar e islas era lo que dominaban los españoles en el Caribe. Varios navegantes hicieron expediciones buscando nuevas tierras y oro. En busca de oro encabezó Hernán Cortés la expedición que partió de Cuba, donde gobernaba Diego Velásquez.

Buscando oro navegó rodeando la península de Yucatán y ahí se encontró a Jerónimo de Aguilar, tras el oro incursionó en el río caudaloso de Tabasco. Oro y esclavas le entregaron quienes, después de batallar, aceptaron ser súbditos del rey español. Mallinalli está en el grupo de esclavas, después sería bautizada como Marina y sería interprete del náhuatl al maya para Cortés, el interprete del maya al castellano sería Jerónimo de Aguilar. Así fue colectando oro. Y también consiguió intérpretes para volverse interlocutor de quienes fueron sus aliados y enemigos.

Fernando Benítez hace una descripción de cómo eran la ciudades que Cortés y su ejército se fueron encontrando –Cempoala, Tlaxcala. Cholula y Tenochtitlán- y en un recorrido reciente –hace más de seis décadas- cómo estaban esos mismos lugares. El pueblo de Cempoala a mediados del siglo XX, la ciudad de Tlaxcala y su barroco dieciochesco. Es generoso el autor cuando se refiere a Xalapa, sus caseríos, el verdor de las montañas que la rodean y lo colorido de sus jardines, la abundancia de agua y variedad de plantas.

Reflexiona el autor sobre la transformación de Cholula después de la masacre de indígenas ordenada por Cortés. Su transformación al cristianismo impuesto con la espada, hasta la exageración de tener una capilla o templo para cada uno de los santos en todos los días del año.

Los volcanes como testigos perennes. El andar del ejército de Cortés desde la costa hasta la altiplanicie, el ascenso para cruzar entre el Popocatepetl y el Iztacciuatl para llegar al valle de Anáhuac. La visión de Tenochtitlán. La ciudad en el lago. La recepción del emperador Moctezuma. El gran mercado de Tlaltelolco –así lo escribe Benítez-. La apropiación por los españoles del tesoro de Auhizotl consentida por Moctezuma. La caída de Tenochtitlán y el fin del imperio mexica.

En el último capítulo, el autor, hace un repaso de la transformación de Tenochtitlán, ciudad destruida por los conquistadores. En sus ruinas construida la ciudad colonial capital de la Nueva España. Y sus transformaciones hasta la primera mitad del siglo XX siendo ya la ciudad de México.

De varias fuentes históricas, de lo escrito por Cortés en sus Cartas de relación y Bernal Díaz en su Crónica verdadera, hizo acopio Fernando Benítez y nos legó su visión de la conquista española de México y lo que era hace más de seis décadas la ruta que siguió el ejército invasor desde su salida de Cuba hasta lo que es hoy el centro político y económico de México.


Título: La ruta de Hernán Cortés
Autor: Fernando Benítez
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Edición: Primera, enero de 1950

lunes, febrero 21, 2011

Biblioteca del Cañonero Guanajuato



El Cañonero Guanajuato, nave de la Marina - Armada de México, está anclado en el río Jamapa, a la altura de Boca del Río.



Una de sus salas aloja la biblioteca, con muebles muy cómodos, dos estantes de libros, uno con banderas de distintos países y dos con instrumentos de navegación. Es un lugar apacible, propio para el ejercicio de la lectura.



Los marinos que atienden en el navío - museo muestran una gran amabilidad a quienes llegamos a conocer el barco, que después de navegar, se conserva para difusión de la marinería armada nacional.

jueves, febrero 10, 2011

Oaxaca 2010

Las voces de la transición


En el año 2010 se marcó un hito en la historia de Oaxaca, por primera vez en décadas el pueblo eligió al Gobernador del Estado, a diputados del Congreso local y Presidentes Municipales en una contienda democrática. La disputa por el poder fue entre una coalición de partidos, desde la derecha hasta la izquierda, acompañados por una variedad de organizaciones sociales y ciudadanos en general ante el poder del gobierno, el presupuesto y su partido. Este compendio de 39 ensayos, crónicas, artículos y entrevistas pretende explicar cómo se dio este gran cambio, que ha permitido que ahora en Oaxaca se tenga un gobierno democráticamente electo. Ya se verá si es eficaz.

Recuento de sucesos con énfasis en las últimas dos décadas, pero con remembranzas a la herencia histórica de este estado del sur de México. La coincidencia de los autores está en señalar el hartazgo de los oaxaqueños con el gobierno del Partido Revolucionario Institucional –PRI- y especialmente con el último de los gobernadores emanados de ese partido –Ulises Ruíz Ortiz, a quien se le señala de responsable por los muertos en la revuelta popular de 2006. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya dijo que él es el responsable de la violación de los derechos humanos de los ciudadanos-.

Al leerlo se puede tener una visión general de lo que aconteció en Oaxaca, de quiénes fueron los protagonistas y cómo hicieron para lograr integrar la amplia coalición electoral que con una mayoría absoluta ganó el 4 de julio de 2006. Ese hecho, por sí mismo, se puede considerar como el homenaje de los ciudadanos de Oaxaca a los héroes nacionales por las gestas de: Independencia iniciada en 1810 y Revolución iniciada en 1910. Puede decirse que en Oaxaca si se festejó el Bicentenario y el Centenario a la altura de esas gestas, lo que no se hizo de manera nacional con eventos comparables. Así, en Oaxaca empezó la democracia.

Una cualidad apreciable del libro es su contenido interdisciplinario y plural. Son varias voces que se dejan oír. Algunas de ellas conocidas y reencontradas como la del urbanista Alejandro Calvo Camacho,  la del historiador Carlos Sánchez Silva, la del militante de izquierda Clemente Jesús López y la del sociólogo Isidoro Yescas. Otras voces escuchadas por primera vez y que resultan gratas por su frescura como la de Claudio Sánchez Islas. Todas las voces hechas palabra escrita se escuchan comprometidas con Oaxaca –al fin Oaxaca es de todos, son Patrimonio Cultural de la Humanidad su ciudad capital y la ciudad mesoamericana de Monte Albán-.

El orden del libro permite conocer, de distintas voces, los varios ámbitos de la transición. Hay desde la crónica de hechos de hace pocos años hasta de décadas, como la caída de uno de los gigantes laureles del Zócalo y la protesta inmediata y contundente de la ciudad –los ciudadanos- por al arbitrario plan de remodelación del centro histórico que quería imponer  el gobierno o la caída de un gobernador déspota en la sexta década del siglo XX, en la memoria de un periodista que reporteo los sucesos cuando era niño.

Se señalan en el texto las carencias, es un retrato del estado de cosas. Algunas sugerencias de lo qué hay que hacer para cambiarlo. Y hay que arreglar mucho, hasta lo que no se terminó por el régimen extinto. Tal es el caso de la techumbre del auditorio de la Guelaguetza que se quedó como trusa rinbros o rimbros, pero rota. Una propuesta muy bien presentada: la de la periodista Guadalupe Thomas: reformar algunos artículos de la Constitución Local para cumplir con el derecho de los ciudadanos a la información.

Una voz desacorde. La del ex gobernador Diodoro Carrasco Altamirano, de 1998 a 2004, antes Secretario de Planeación estatal y Senador, después subsecretario y secretario de Gobernación federal hasta que el PRI entregó la presidencia al Partido Acción nacional –PAN-, luego diputado del PAN acompañando a Felipe Calderón, de 2006 a 2009. En la entrevista que le hacen los coordinadores,  a la luz de que los rezagos en Oaxaca están iguales o peores, eludió responder la pregunta ¿qué opinión le merece su carrera política y su desempeño como servidor público y cómo gobernante? Él es uno de los responsables de la precaria situación de Oaxaca y de la miseria en que viven miles de familias oaxaqueñas.

Antes de concluir, el libro presenta la voz del Gobernador Gabino Cué Monteagudo, entones electo y hoy en funciones. Tiene el apoyo de la mayoría del pueblo. Y sus hechos, los de su gobierno y cogobernantes, serán la realidad de esa transición o no será.

Ningún libro es completo, por ello hay que leer tantos como se pueda. En éste, la mayoría de los autores se quedan tierra adentro, en la capital, no hay una visión de Oaxaca desde su gran litoral del océano Pacífico, desde el mar. Mucho se dice sobre la ciudad capital y casi nada, sólo estadísticas, del estado en su conjunto, de las regiones, de las ciudades pequeñas y pueblos. Y Oaxaca es Chazumba y es Mazunte. Y es Chimalapas y es Texmelucan. Y son los miles de pueblos de los 570 municipios.

La segunda década del siglo XXI veremos cómo avanza esa transición.


Título: Oaxaca 2010, las voces de la transición
Autores: Claudio Sánchez Islas e Isidoro Yescas Martínez, coordinadores.
Editorial: Carteles Editores
Edición: Primera, diciembre de 2010.

Presentación del libro en la
Hemeróteca Nestor Sánchez Hernández
el 17 de diciembre de 2010.