En la segunda década del siglo XX, cuando México terminaba la larga dictadura de Porfirio Díaz y se sumergía en la guerra revolucionaria, el joven Diego Maria de la Concepción Nepumoceno Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez -Diego Rivera- partió al viejo mundo, como se le ha denominado a Europa. Una beca del gobernador porfirista de Veracruz, Teodoro A. Dehesa, le permitió el viaje y la estancia. Rivera se vio inmerso en las vanguardias del arte europeo. Participó en el surgimiento del cubismo. Hizo allí gran parte de su obra de caballete, poco conocida en México. Retribuyó a Veracruz la beca que recibió mediante la donación de parte de su obra. Así se constituye esta colección de treinta y siete piezas que nuevamente se muestran en la Pinacoteca que lleva el nombre del celebre pintor guanajuatense. Después, Diego pintaría los monumentales murales que adornan y narran la historia mexicana en el Palacio Nacional, el edificio de la Secretaría de Educación Pública y otros recintos.
Arcuell |
En sus paisajes nos muestra Veracruz, el Valle de México y Europa.
Pico de Orizaba |
Mixcoac |
Montparnasse |
Angelina Belof |
Lupe Marín |
Y siguió pintando. Su obra es un acervo que enaltece al pueblo de México.
Y con música jarocha se abrió hoy esta exposición que muestra un poco de la obra de Diego Rivera.
1 comentario:
gracias Elionai por la interesante nota y apunte
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