La fortaleza del lazo fraterno es mucho más
grande que todas las diferencias de cualquier índole. El hermano menor nos
comparte las vivencias comunes con su hermano mayor durante los últimos años de
la existencia de éste y va intercalando algunos recuerdos de la niñez y de la
vida familiar. Es el relato sobre los últimos años de la vida de José María
Pérez Gay –filósofo, escritor y diplomático- que nos hace su hermano Rafael.
Después de una caída en la que resulta
lesionado de una cervical José María recurre a su hermano, llamándole por teléfono.
A partir de ahí la vida será muy distinta y dolorosa. Estudios, hospitalización
y cirugía. Y no hay un alivio completo. Previamente hay otros síntomas:
cansancio agotador, confusión de palabras, olvidos. La vida que se va agotando,
como una fuente que se seca. Así el cuerpo llega a perder la capacidad de expresión
oral, surgiendo nuevos modos de comunicación, hasta llegar al parpadeo.
Entre el cajón de recuerdos del autor va
encontrando momentos clave en la vida de su hermano. Su partida a Alemania, cuando
tenía 21 años y una vida por delante, a seguir sus estudios. Para él es un
recuerdo infantil, tenía sólo 7 años. Las cartas que recibía su madre del hijo
ausente y las respuestas de él, desde el otro lado del mar, cuando viajar esa
distancia no era frecuente en nuestro país.
Entre los recuerdos juveniles del autor nos
describe el asalto al Foro Isabelino –en el centro de la ciudad de México- y su
conversión en foro de expresión del Centro Libre de Expresión Teatral y
Artística –CLETA-, donde muchos jóvenes se refugiaron después del derramamiento
de sangre de 1968.
Y el paso del tiempo. Y al recordar uno de
los viajes en familia con su hermano, su cansancio casi infinito, muy prematuro
para su edad. Y un sueño irresistible que lo hacía dormir incluso contemplando
un cuadro de Van Gogh en un museo parisino. Un sueño tan intenso que pudo ser
el preludio de la prolongada enfermedad que fue minando las capacidad de José
María hasta llevarlo a la muerte a los 70 años.
Los caminos que se cruzan. El autor fue uno
de los miembros de CLETA que mediante el teatro y otras expresiones artísticas difundían
sus ideas de izquierda radical, incluyendo el apoyo a grupos de campesinos y
obreros en lucha. Y luego la academia, la literatura, la difusión cultural,
quizá la calma. El hermano mayor fue primero por la formación académica
rigurosa, la diplomacia y la literatura y en su madurez plena optó por la
política. Apoyó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y dedicó a la
campaña una buena parte de su tiempo y prestigió. Luego siguió en la rebelión
ante el fraude electoral. Y sobrevino la discrepancia, tal vez el enfrentamiento,
entre los hermanos. De la misma manera que en la sociedad mexicana se debatió
sobre la elección presidencial de 2006 y se formaron bandos, así sucedió con
los hermanos Pérez Gay. Rafael confiesa que también votó por López Obrador,
pero que no se demostró el fraude. Llama al excandidato presidencial de la
izquierda Líopez y el hermano mayor
le dice que no le llame así. Finalmente Rafael, el autor, reconoce la actitud
de López Obrador con su hermano. Cito:
No
tengo ningún interés en estas páginas de convencer a nadie ni persuadir y
vencer con los filos de las opiniones definitivas, lo traigo a cuento porque el
asunto ocupó un capítulo de nuestra vida y nuestra hermandad a prueba de balas.
Sé por supuesto que Andrés Manuel López Obrador se portó con Pepe como un
hermano en los momentos más difíciles de su enfermedad, con una solidaridad
impagable y sin la vanidad que lo domina en la plaza pública, cuando le vuela
el pelo el viento del caudillismo.
Un libro breve y profundo. Nos acerca al
conocimiento del cerebro y su función esencial en la vida diaria. La larga enfermedad
de José María Pérez Gay le permitió a su familia, como su hermano Rafael nos lo
camparte en este libro, acompañarlo en ese trance en que se pierde la vida en
pequeñas partes.
Su lectura me ha hecho recordar la muerte súbita
de mi hermano mayor –médico cirujano- hace 21 años y de alguna manera también
la muerte súbita de mi padre –maestro y campesino- hace menos de tres meses. No
todos podemos ir asimilando gradualmente la pérdida de seres queridos, a
algunos nos sorprende de repente. Y seguimos viviendo.
Título: El cerebro de mi hermano
Autor: Rafael Pérez Gay
Editorial: Seix Barral
Edición: Primera, primera reimpresión,
febrero de 2014.
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