domingo, octubre 19, 2014

Gabino Cué Monteagudo: Alternancia y Transición en Oaxaca



Sigue siendo un déficit de nuestra educación la formación de ciudadanía, consciente de sus derechos, pero también de sus responsabilidades con la colectividad. Ésta frase de la penúltima página del texto de este libro sintetiza mucho de lo que falta para una transición a la democracia en Oaxaca. Víctor Raúl Martínez Vásquez nos reseña y analiza en este libro los años vividos en la sociedad oaxaqueña para llegar a la alternancia en el gobierno del estado y el muy incipiente inicio de la transición democrática que muchos anhelan y sus múltiples dificultades en el seno de una sociedad multicultural, pluriétnica y con un conservadurismo autoritario muy enraizado en sus cúpulas de poder

En los antecedentes del primer capítulo se relatan los sucesos que hicieron posible la alternancia en el poder ejecutivo federal en el año 2000, después de más de siete décadas de un mismo partido en el poder político. La decepción con que terminó el primer gobierno de alternancia y la agudización en el segundo periodo del PAN que conservó la titularidad el poder ejecutivo federal de forma cuestionable. Y, de muchas maneras, la ausencia de una transición a la democracia que muchos mexicanos reclamamos y que hemos buscado de manera pacífica, mediante los votos.

En Oaxaca tuvo que pasar una década más para llegar a la alternancia en el gobierno del estado. Los dos gobiernos previos –doce años- son señalados por su autoritarismo y ejercicio patrimonialista del poder, acuñando para su identificación el término “gobernadorismo autoritario”, a semejanza de como se llegó a identificar la forma del ejercicio de la presidencia de México con el término “presidencialismo”. El abuso en el ejercicio del poder, de las decisiones y del uso de los recursos públicos que corresponden a la Nación – a todos-

Según el autor para lograr la alternancia y la transición fue condición indispensable la coalición de los partidos opositores al régimen, aún con sus declaradas posiciones ideológicas distintas y contrarias. No había otra manera es la conclusión del autor. Y por ello fue necesaria la coalición de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia –ahora Movimiento Ciudadano- para reunir los votos necesarios y ganar la gubernatura de manera pacífica. Por ello también, sigue explicando el autor, fue necesaria una plataforma política conjunta y candidaturas de diputados y presidentes municipales coaligados, repartiéndose las candidaturas entre los partidos coaligados.

Parte importante fue la designación del candidato Gabino Cúe Monteagudo, por su trayectoria electoral previa, después de abandonar el Partido Revolucionario Institucional –en el que, si no militó, si figuró en puestos gubernamentales en el estado y en la federación-, presidente municipal de la ciudad de Oaxaca de Juárez, candidato con alta votación y derrotado mediante fraude electoral en la elección para gobernador en 2004 y senador de la república electo por mayoría en 2006. Así este personaje se vuelve el candidato que aglutina voluntades y es designado para encabezar la coalición que llega a triunfar en la elección para gobernador en 2010. Dándose así la alternancia en Oaxaca. Como parte de ella, una mayoría coaligada en el Congreso del estado y presidentes municipales de los mismos partidos en los principales municipios de la entidad. Se da la alternancia anhelada.

El autor muestra su gran admiración por Gabino Cué Monteagudo. El mismo título lo hace ver así. La realidad es que fue el personaje más destacado para esa alternancia. El mayor mérito está en los más de 700 mil ciudadanos que sufragaron por él confiando en sus promesas de campaña.

La difícil transmisión del poder ejecutivo. Por cierto, el autor no cita que el gobernador saliente no acudió a la sesión del Congreso para la toma de protesta del nuevo gobernador. Aquí también lo dejaremos como uno de los innombrables.

Y ya instalado el nuevo gobierno, las primeras pifias. El nombramiento de varios secretarios de despacho que no reunían los requisitos de la legislación que recién había aprobado la nueva legislatura, mismos que fueron saliendo del gabinete. Luego la inclusión en el gabinete de personajes del antiguo régimen, con sus formas propias de ejercicio del poder autoritario. Y para completar el gabinete la inclusión de personajes de partidos y organizaciones sociales como cuotas de poder por el apoyo en campaña. No se valoró el perfil para todos los cargos. Resultando un gobierno errático, sin coordinación y por lo mismo ineficaz.

Vuelta al principio o casi a éste. Si bien se logró la alternancia no se ha dado una transición a la democracia. Los actores responsables son muchos: Funcionarios del gabinete del gobernador que él debiera retirar ejerciendo su autoridad y proponiendo a nuevos responsables al Congreso; dirigentes de partidos y organizaciones sociales o empresariales que actúan en cargos de gobierno como representantes de sus respectivas organizaciones y no de un cargo para servir al pueblo todo. Del lado de la sociedad la efervescencia continua de movilizaciones gremiales y de otras organizaciones en demanda de sus propias reivindicaciones, estorbando el tránsito mediante el bloqueo de vialidades o accesos a dependencias públicas y en los más críticos casos la actividad comercial de establecimientos en plazas y el centro histórico.

En una revisión rápida del plan de gobierno se contrasta el poco avance con lo que se dijo que se realizaría. Las expectativas promovidas fueron muchas y son necesarias. La capacidad de logro del gobierno se ve mínima. Se señala falta de eficacia en el ejercicio del servicio público de muchos funcionarios. Es cierto. También es cierto que el gobernador es el señalado como quien no cumple. Puede resolverlo con una renovación de su gabinete para que su gobierno sea eficaz en sus propósitos escritos en el plan de desarrollo. La historia sigue transcurriendo.

Una postal muestra en la antepenúltima y penúltima páginas del texto el hartazgo de estas movilizaciones. Cito:
La sociedad observa y se cansa, se empiezan a dar nuevas protestas por las protestas. El caso de José Azcona quien en la ciudad de Oaxaca, hastiado de que reiteradamente los manifestantes le impidan el acceso a su negocio de reparación de llantas con bloqueos, protestó desnudándose. “Yo también soy pueblo” decía su cartel en la mano, mientras exhibía su desnudez.

Tiene razón el autor cuando señala la falta de educación ciudadana. Son más de tres décadas perdidas y de deterioro de la educación básica por el prolongado conflicto de los maestros con el Estado. Señala el autor en una autoporra –es actualmente director general del CECyTE- que hay una pequeña mejoría en la educación media superior. Y más de cuatro décadas de deterioro de la educación universitaria. No solo es en la escuela donde se forman los ciudadanos, es en la familia, la comunidad, la sociedad, los medios. La educación formal es fundamental y no avanzamos como se debiera.

Lo que no podemos aceptar es que la transición, con todas las grandes dificultades que implica, no se logré. Y regresé el autoritarismo que ya conocimos y que no queremos.

Cuando asumió el poder ejecutivo del estado el gobernador Cué, yo vivía lejos de aquí. Ese día 1º de diciembre de 2010 al cruzar el río Pánuco de norte a sur pensaba en que en Oaxaca se iniciaba una nueva etapa de la vida pública. Al llegar a mi vivienda busque el discurso de toma de posesión del entonces nuevo gobernador. Escribí y publique en mi blog de opiniones:



Sobrio. Conciliador. Propositivo. Reflexivo. Esperanzador. Descriptivo. Elocuente. Estos serían los adjetivos merecidos del discurso con que Gabino Cué Monteagudo asumió el mandato que el pueblo de Oaxaca le otorgó mediante la mayoría de los sufragios. Y dijo que gobernará obedeciendo.

La sobriedad ya se ve y huele a chocolate en el renovado portal de Internet del Gobierno de Oaxaca. Y se siente la tibieza del clima de allá en el canal de You Tube del mismo gobierno. Un gobierno que inicia comunicándose por Twitter y Facebook.

La mayor grandeza del pueblo de Oaxaca se esconde tras su pobreza. La humildad, la sencillez, la mirada de los oaxaqueños exigen cambios. Con éstas o similares palabras habló del reclamo de justicia y progreso.

Bosquejó su plan de gobierno. Presentó un conjunto de reformas que pretenden fortalecer a los poderes Legislativo y Judicial, así como al Ejecutivo. Aseguró que no permitirá la impunidad. Y ofreció aplicar justicia, no venganza. Que prevalezca la ley será la ruta de su gobierno. Así lo declaró.

Elogió la creatividad de las mujeres y hombres de Oaxaca. De cómo tejen sus sueños y hacen del barro su expresión de anhelo de progreso. Llamó hermanos a los descendientes de los pueblos originarios, los indígenas olvidados de la modernidad y del bienestar. Habló con orgullo del color de las artesanías, del sabor del chocolate, de la delicia del mezcal y afirmó que en Oaxaca se le puso sabor al mole.

Evocó a los próceres oaxaqueños: Benito Juárez, Porfirio Díaz, Ricardo Flores Magón y José Vasconcelos.

Hoy inicia una nueva etapa histórica de Oaxaca. La esperanza permanece.


El beneficio de la duda:

En su gabinete incorporó a la ex candidata a la gubernatura por el Partido Nueva Alianza, Irma Piñeyro Arias, sempiterna priísta y luego panalista, como secretaria general de gobierno. ¿Será esta una señal a la maestra Elba Ester Gordillo Morales? Ratificó a la procuradora que acompañó a Ulises Ruíz Ortiz –quien mostró su verdadero rostro autoritario al no presentarse a la ceremonia de transmisión del poder ejecutivo, no es demócrata- ¿qué se pretende son esta ratificación, qué no huya con las pruebas de los delitos que debió investigar y procurar su castigo? Su vocera es la otra ex candidata a gobernadora por el Partido Unidad Popular, que con su sectarismo le hizo el juego al PRI en 2004 y en 2010. Al tiempo tendremos las respuestas.

El 1 de diciembre de 2000 los mexicanos presenciamos la asunción a la presidencia de la Repúbica por un ciudadano electo por una mayoría relativa, con inmensas esperanzas de cambio, aún para quienes no votamos por él. A diez años del suceso no se vio el cambio ofrecido. Otra década perdida, al sumarse cuatro años de desgobierno espurio.

Hoy en Oaxaca resurge la esperanza. Sí Gabino Cué Monteagudo, quien fue electo por la mayoría absoluta de los sufragantes, hace como gobernador lo que dijo hoy ante el Congreso de Oaxaca, presidido por una mujer indígena –Eufrosina Cruz Mendoza-, será reconocido por las mujeres y los hombres de esa tierra: Corazón de México. Y será un excelente prospecto para el relevo presidencial que sucederá el 1 de diciembre de 2018.

Los días, los meses y los años nos traerán las respuestas. Hoy hay esperanza. Y ésta dura hasta que se acaba.

Así lo escribí. Y de nuevo lo comparto.


Título: Gabino Cué Monteagudo: Alternancia y Transición en Oaxaca
Autor: Víctor Raúl Martínez Vásquez
Editorial: Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO
Edición: Primera, agosto 2014.


Discurso de Gabino Cué al cierre de las casillas electorales el 4 de julio de 2010:




Agradezco a Víctor Raúl Martínez Vásquez el autógrafo en su libro el día que lo presentó en el Teatro Macedonio Alcalá:


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