La vida
es sueño, escribió un autor clásico
–Pedro Calderón de la Barca- en el siglo XVII. En la segunda década de este
sigo XXI, este autor –Raúl Ortega Alfonso, cubano- nos dice con su obra que La vida es de mentira. Y surge la pregunta
¿qué es la vida? El autor nos comparte una porción de su forma de ver y vivir
la vida. Un anecdotario sucesivo que va conformando esta narrativa construida
desde el exilio voluntario y en añoranza de la Isla que se quedó allí y está.
Un buen número de cubanos han salido de la
Isla para buscar otra forma distinta de vida que la que les permite el régimen
emanado de la Revolución. Uno de ellos fingiendo que se enamora de una turista
mexicana –descrita con cierta fealdad por el protagonista-, se casa con ella y
parte de la Isla. Al llegar al aeropuerto de la Ciudad de México se esconde, la
abandona e inicia una vida más que difícil. Una vida que no se imaginó. En su
país tuvo servicios de salud de buen nivel, alimentación segura y educación
suficiente.
El exilio es dramático para el protagonista.
Lo asaltan y le roban lo poco que tenía. Es rescatado por un ser caritativo.
Aliviado de sus heridas sale en busca de trabajo. Inicia como lavaplatos –más
bien lava vasos- en un bar del centro de la ciudad. Su alegría contagiosa le
permite ascender laboralmente, llega a ser barman. Prepara cocteles y otras
bebidas. Y desde la barra ve pasar la vida de quienes concurren a tomarse un
trago, oír y bailar música caribeña.
La mexicana engañada –de familia con recursos
económicos- lo busca a través de sus guaruras y lo encuentra. Periódicamente la
manda golpear para vengarse de su abandono. Esas golpizas son simuladas como
asaltos. Son tantos que le llegan a llamar “el asaltado”. Así como él, otros
exiliados van pasando sus vidas con penurias. Un violinista de concierto
trabaja tocando los bogoes. La vida
fuera de la Isla no es como pensaban. Es difícil. Hay que trabajar mucho
ganando poco.
Desde la barra contempla a las chicas –niñas
dice él-. Alguna que se sienta a la barra es atendida con esmero. Sí es hermosa
con mucho más esmero. Hace su plan de conquista que las más de las veces le funciona.
Y termina algunas noches en la cama con alguna niña. El autor es muy explícito
al describir los sueños y los encuentros amorosos del protagonista. Éste tiene
una especial obsesión por deleitarse con las secreciones femeniles. Goza.
La vida del protagonista de esta obra nos
acerca a la forma de pensar de algunos exiliados cubanos, a su vida real en el
exilio mexicano lleno de penurias, también de momentos de gran placer. Pero
todo eso puede ser mentira. Una ficción. Qué sentido tendría el título sí fuera
distinta.
Título: La vida es de mentira
Autor: Raúl Ortega Alfonso
Editorial: Ediciones B –Play Boy México
Edición: Primera, febrero de 2014.
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