El
12 de octubre de 1492 está registrado como un hito en la historia de la
humanidad, muy especialmente en el destino de los pueblos que habitaban el
hemisferio occidental del planeta Tierra, del que hasta ese tiempo no se tenía
la prueba que diera certeza a la teoría de su redondez. El protagonista de la
hazaña de surcar la mar océano –como se decía en aquel tiempo- fue el navegante
genovés Cristóforo Colombo, mejor conocido como Cristóbal Colón. La autora Mary
Cruz nos entrega en esta extensa narración los preparativos del viaje y su
desarrollo, los posteriores viajes de Colón hasta la muerte del personaje, el 20
de mayo de 1506.
La
autora pone sus palabras en una narración en primera persona y la atribuye a
Antón de Alaminos. Así en la descripción de lo que ve y oye Alaminos nos va
describiendo cómo fue preparado el primer viaje del navegante genovés. Nos entrega
una narración en un castellano semejante al de la segunda mitad del siglo XVI
que hace que la lectura sea lenta.
Atribuye
como lugar de nacimiento de Cristóforo Colombo a Terrarrubra en el territorio
de Génova. De allí el título de la obra. Ésta inicia con un proemio del porqué
se escribe. Hay una descripción de la región de la que forma parte el puerto de
Palos, tierra de navegantes y pescadores. De esa región forma Colón la
tripulación de las naves que ahí mismo consigue, al contar con el apoyo de los
reyes católicos de Castilla y Aragón. Hay una referencia a la guerra de la
reina Isabel para concluir el desalojo de los moros del territorio de Sevilla.
Parte
Colón capitaneando tres naves.
En la capitana viaja de polizón el narrador que es descubierto durante una tormenta que mece la nave de tal manera que ya no puede esconderse. El polizón es Antón de Alaminos. Colón lo acepta, protege y lo hace su secretario personal.
Atraviesan
por mares que ya conoce el Capitán General hasta internarse en la desconocida
mar océano. Transcurren noches y días, semanas y semanas, y siguen navegando.
Padecen las tormentas en medio del mar. Surgen inquietudes por no encontrar su
supuesto destino, las Indias. Algunos marineros se desesperan y se amotinan.
Colón los tranquiliza. Y el viaje en el agua inmensa continúa.
La
presencia de aves les hace recuperar la esperanza de estar cerca de tierra.
Finalmente logran llegan a tierra.
No saben con certeza dónde están. Exploran
las islas. Se sorprenden por el paisaje verde. Entran en contacto con los
habitantes de los lugares donde descienden de sus naves. Oro van buscando. Una de
las naves se les aparta y luego la vuelven a encontrar. Una tormenta inutiliza
una de las naves. Improvisan un campamento en la isla que han nombrado La
Española y quedan ahí un grupo de los navegantes. Regresan de ese primer viaje.
Informan a los reyes de su hallazgo. Se organiza: un segundo, tercer y cuarto
viajes.
Alaminos
va contando sus vivencias personales e impresiones de los viajes en los que
participa. Cuando concluye el cuarto viaje acompaña a Colón hasta su muerte. Fue
testigo de los desprecios que recibió el navegante, no obstante su hazaña.
De
la autora se dice en la cuarta de forros que es de Camagüey, donde nació en
1923.
Esta bella novela fue publicada hace 20 años y me fue posible leerla
gracias al regalo de un ejemplar que me hizo, junto con otros libros, la Cónsul
General de Cuba en Veracruz, María Luisa Fernández Eguilaz. Un libro que en
algunos momentos me dio la sensación de viajar en medio del mar.
Título:
Colombo de Terrarrubra
Autora:
Mary Cruz
Editorial:
Unión de Escritores y Artistas de Cuba
Edición:
Primera, 1994.
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