Notas autobiográficas del abuelo
En ocasión de cumplir 90 años,
mi papá compartió estas notas de su vida en el festejo en su honor el 6 de julio.
Hoy las comparto aquí en su memoria.
Falleció al anochecer del marte 3 de diciembre.
Y ayer, al ponerse el Sol,
lo acompañamos a su morada permanente,
rodeado de bosque quedó descansando.
Nací el 3 de julio del año
de 1923 en el rancho llamado Rio de Arado
del barrio de La Rosa del municipio de San Jerónimo Sosola, Etla , Oax., mis padres fueron: Octaviano Rivera López y
Laura Santiago Soriano, ambos de raza mixteca. Fui el segundo en la serie de
nueve hermanos de los cuales viven cinco, porque los otros cuatro ya se fueron.
La casa donde nací y crecí era de techo de palma de 4 aguas y cerco de madera
parada y estaba ubicada a 40 metros de la margen del riachuelo y allí viví
hasta los 18 años.
El señor Octaviano fue a
trabajar de maestro de escuela al barrio de Los Troncos, Sosola. Para allá se
trasladó toda la familia. Allí fui a la escuela, eso fue en el año de 1928. En
el 29 se pasó a la cabecera municipal de San Jerónimo Sosola, pero como el presidente municipal (Aristeo Gómez) no le
pagó unos meses de sueldo, el Sr. Octaviano se retiró de ese trabajo y se
regresó al rancho del Rio de Arado con toda la familia para seguir trabajando
la tierra. Como las tierras de cultivo
ya están empobrecidas, producen
poco maíz, que solo alcanzaban para 2 o 3 meses del año. Para completar las
necesidades de la familia y poder comprar el maíz que se necesitaba para el
consumo durante los meses que la cosecha no alcanzaba, los hombres aprovechaban
la madera, labrando vigas y durmientes o
quemaban carbón, y las mujeres tejían petates y tenates de palma. Ahora, las
personas que por allá viven, tejen tenates y petates de fibra de plástico que venden
en la ciudad de Oaxaca y así completan su ingreso para comprar el maíz, frijol,
azúcar, sal, fruta y verduras para su alimentación.
El señor Octaviano labraba
durmientes que llevaba a vender a El Parían, donde la empresa contratista, que
era de los señores Muro, pagaba con 30 centavos en efectivo y otros 30 centavos
en mercancía por cada pieza.
Como todos los productos y
cosas tuvieron un precio ínfimo en 1931, la familia Rivera Santiago compró una
partidita de chivos a 70 y 80 centavos, porque esos animalitos eran necesarios
para abonar la tierra empobrecida.
Hablando de mí, volví a la
escuela de San Jerónimo Sosola en 1934 y 35 cursando el segundo grado, en el 36
no fui a la escuela, porque el Sr. Octaviano fue Presidente Municipal de San
Jerónimo Sosola y yo tenía que cuidar los anímales y hacer los trabajos
necesarios en el hogar.
Volví a la escuela en 1937
a repetir el 2o grado y finalizado el año escolar seguí en el rancho con los
trabajos de rutina.
El tiempo siguió su marcha
y en marzo de 1941 viajé para trabajar en la finca cafetalera de Flor Batavia, perteneciente
al Municipio de San Andrés Teotilálpam del Distrito de Cuicatlán, y allá llegó
la noticia de que había comenzado el trabajo de construcción de la carretera panamericana.
En el mes de agosto del mismo año de 1941, regresé de Flor Batavia para
incorporarme al trabajo en la carretera de donde me retiré en marzo de 1944. En
mayo de ese mismo año me dí de alta en el Ejercito Mexicano de donde me retiré
en el mes de julio de 1950.
En el mismo mes de julio me
inscribí en la Escuela Presidente Alemán de la ciudad de Oaxaca para cursar el
quinto grado de primaria; el sexto grado lo realicé en el Centro Escolar Morelos
en 1951.
En 1952 participé en el
concurso de inscripción para ingresar a la Escuela Técnica Industrial No. 14
–ahora Escuela Secundaria Técnica No- 1-. En el concurso obtuve la maravillosa
calificación de 9.20; la 14 era internado, condición que me ayudó
maravillosamente.
El
6 de enero de 1955 contraje matrimonio con la joven Catalina Hernández López,
luego trabajé de peón de albañil de 3ª y al final del año ya era albañil de 2ª.
En 1956 estuve pendiente en la Dirección de
Educación y el 6 de marzo recibí una
orden de comisión para prestar mi servicio como Maestro en la Escuela Primaria
establecida en la comunidad de El Tejocote del municipio de San Juan Mixtepec,
Distrito de Tlaxiaco. La escuela correspondía a un profesor titulado -artículo
123- y como yo no tenía título, en el comienzo de 1957 me pasaron a maestro federalizado
y así pasé 4 años. Mientras, estudié los tres grados de la carrera magisterial
en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y presenté el Examen
Recepcional el 31 de diciembre de 1960. En ese mismo año me transfirieron a una
plaza federal y en 1974, cuando más lo necesitaba, me concedieran una doble
plaza y con este ingreso fue posible que todos mis hijos estudiaran y yo
también aproveche todos los cursos que vinieron: Curso de Mejoramiento, de
Directores y la Licenciatura en donde me quede de pasante porque no logré
elaborar la tesis que elegí.
Y
el tiempo transcurrió sin tropiezos y en noviembre de 1986 al cumplir los 30 años de
servicio solicite mi retiro del activo,
lo cual fue aprobado para el 15 de enero de 1987.
Pero
en mi reflexión de que todos comemos, ricos y pobres, sabios e ignorantes,
bonitos y feos, chicos y grandes y de que no hay ninguno sobre la tierra que
haga un grano de maíz, trigo, arroz, frijol, calabaza, etcétera, me impulsó a
cultivar la tierra aprovechando los elementos: agua, aire , sol y también las piedras.
Es
todo. GRACIAS.
1 comentario:
TODA UNA VIDA LLENA DE ESFUERZOS, LOGROS, SATISFACCIONES PERO MAS QUE NADA DE UNA FELICIDAD CONSTRUIDA EN SUS PRINCIPIOS, ELLO ES LO MAS VALIOSO DE UN HOMBRE. CUANTO ORGULLO PARA SU FAMILIA, LO QUE LES OBLIGA A SER CADA DÍA MEJORES POR EL GRAN EJEMPLO QUE LES LEGARON.
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