martes, junio 09, 2015

El furor y el delirio



Una revolución que se defiende con todo lo que tiene al alcance. Una revolución que apoya a otras revoluciones del otro lado del océano. Una revolución que apoya a grupos guerrillero en el continente. Una revolución en una isla. Un gobierno revolucionario que busca aliados que se vuelven agentes. Una revolución que fusila a algunos de los que fueron sus héroes. Una revolución que ya no es la misma al paso de cuatro décadas.

Jorge Masetti, quien resume su vida en tres pequeñas frases: Nací en Argentina. Me crié en Cuba. Hoy vivo en Francia. Nos comparte sus vivencias. Hijo del periodista Jorge Ricardo Masetti, fundador de la agencia Prensa Latina en La Habana.

El autor, estando en una misión en África, de pronto tiene que regresar a La Habana. Junto con quien, además de su jefe es padre de su tercera pareja, vuelve a la Isla. Su suegro –Tony de la Guardia- y otros generales cubanos son apresados y sometidos a un juicio rápido y difícil. Cuatro de ellos son fusilados. Uno de los fusilados es Tony de la Guardia. La vida del autor cambia súbita y radicalmente. Este hecho es el hito que marca su vida y rompe con la Revolución que lo formó de niño, en ausencia de su padre muerto en Argentina en una acción guerrillera. Rompe con la Revolución que lo hizo uno de los suyos.

En 29 capítulos intensos, el autor nos narra su infancia, su adolescencia, juventud y madurez. Su relación con el sexo opuesto. Sus parejas. Sus andanzas en La Habana, Buenos Aires y otras capitales latinoamericanas, incluida la ciudad de México. También las selvas centroamericanas fueron su habitad temporal. Participó en la guerra que derrota al dictador Anastasio Somoza en Nicaragua. Vivió un breve periodo apoyando a la triunfante Revolución Sandinista.

Agente encubierto de los servicios de inteligencia cubanos, realiza varias misiones en varios países. Forma parte de un equipo que tiene que procurar divisas para la operación del llamado Departamento de América del partido gobernante en La Habana. Dólares y marfil forman parte de su equipaje. Todo transcurría normal, en la normalidad que una vida agitada transcurre, hasta el día en que es detenido Tony de la Guardia. Luego el juicio que culmina con el fusilamiento al lado del general Arnaldo Ochoa. La vida le cambia drásticamente. Con su pareja y el apoyo de amigos y sorteando dificultades sale de La Habana y se refugia en Francia. Y desde allí escribe.

Cito algunas reflexiones del capítulo final del libro:
“… debo admitir que en mi caso la cercanía con el poder ejerció una influencia seductora. Es más seductor verse en sueños de futuro comandante, que de arquitecto, médico o padre de familia…
… La seducción por el poder, la seducción por la trascendencia, la seducción por el militarismo, nos condujo a la ceguera, y justificarse con el argumento de que nosotros lo haremos mejor…”

Sin duda la idea de la revolución armada sigue siendo un atractivo para miles. La revolución mediante la guerra tiene implícito que se impondrá el más fuerte, quizá el más sanguinario. Por ello la idea de la revolución de las conciencias está cada vez más presente entre los más ilustrados. Es mejor un cambio pacífico. La racionalidad debe ser un rasgo de la humanidad en el siglo XXI.


Título: El furor y el delirio
Autor: Jorge Masetti
Editorial: Tusquets Editores
Edición: Primera, primera reimpresión en México, mayo de 1999.


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