miércoles, julio 26, 2006

Trilorgía, cuentos a seis manos


Ayer, ya avanzada la tarde, estuve en la presentación de este pequeño libro de relatos que elaboraron, a seis manos, Angélica González Macias, Martha Elena Nava Tablada y Artemio Ríos Rivera.

Son relatos cortos, orientados a invitar a la lectura a adolescentes, escritos con un leguaje sencillo, en varios de ello coloquial. Necesitaba una lectura ágil, digerible y la encontré. De los relatos, cito fragmentos de los que me agradaron, de cada dos manos:

De Angélica

Democracia para la república de las Barbis

...“No señores, la democracia no es un juego” fueron las declaraciones de la vocera oficial. ¡Por supuesto! ¿Cómo ignorar las declaraciones de quienes a costa de dietas y cirugías han aportado el 45% de las ganancias de Mattel?...

... Es tiempo ya de que caiga la dictadura de Mattel, que se hagan elecciones justas, que se creen partidos reales y se convoque a un juego electoral limpio que nos lleve a una verdadera transición democrática, así y sólo así, habrá un tiempo en que florezca la verdadera democracia en la república de las Barbis.


De Martha Elena:

Espejo cubista

Dos rosados pezones nadan tranquilamente en el espejo: dos bocas los acechan cual fieros cocodrilos intentando engullirlos. Detrás de ellos, veinte dedos nudistas planean una emboscada para atrapar a los flotantes labios. Pareja de narices se entromete en la escena, olfatea los lugares prohibidos en busca de una pista para seguir el hilo de la persecución lasciva. Brazos, piernas, miembros de extrañas formas, irrumpen en la orgía, tornando caótica la trama...


De Artemio:

Lectura

Mi familia es de origen humilde, de campesinos emigrados a la ciudad, por tanto desarraigados, ágrafos y analfabetas. Por lo mismo no había libros en mi hogar de la infancia...

...A los trece años deambulaba por la Merced, la Candelaria de los Patos o en el cuadrante de la Soledad con un libro en la mano, caminando y leyendo abstraído de lo que a mí alrededor ocurría. Vendedores ambulantes, merolicos, prostitutas, cargadores, raterillos, bodegas, hoteluchos y fritangas eran el telón de fondo de Las buenas conciencias de Fuentes o Cumbres borrascosas de Emily Bronte. Debo decir que con mi “herencia cultural” me era imposible tener un entendimiento profundo de esos libros, de su lenguaje, sin embargo, dejaban imágenes profundas y huellas duraderas en mí ser.

Espacios excluyentes

... A mis doce años el pelo largo era un problema de disciplina para la escuela primaria donde acudía a estudiar; me cortaba el pelo o no entraba a clases. El pelo seguía creciendo...

... La institución tenía que ceder y conservar, al mismo tiempo, el principio de autoridad, no me prohibían la entrada a la escuela, pero sí a mi salón; la biblioteca se convirtió en mi celda de castigo, en realidad era un paraíso son un ángel, joven y bella, que me atendía de manera particular, me daba revistas, libros, ayudaba en mis tareas...

... Intuitivamente aprendí a conocer una biblioteca: cómo se organizaba su acervo, qué era una bibliotecaria, cómo se trabaja en ese espacio; me sentía familiarizado con ese lugar que en la dialéctica de su magia mezclaba el placer y la reverencia, el castigo y la buena fortuna, la obligación y el desparpajo de la soledad contemplativa, la concentración y el vuelo de púberes ardores que jugaban con la divina trinidad de la maestra de mi salón de clases, la bibliotecaria y la instructora de educación física que con infinita ternura nos enseñaba a nadar en las aguas compartidas, con ese cuerpo de mujer que por primera vez descubríamos y palpábamos accidentalmente...



Título: Trilorgia
Autores: Angélica González Macias, Martha Elena Nava Tablada y Artemio Ríos Rivera
Editorial: Ediciones La Rueca. Xalapa, Ver.
Edición: Primera. Julio de 2006.

domingo, julio 23, 2006

Feria del Libro Infantil y Juvenil


El pasado viernes inició esta feria. Hoy fuí a recorrerla. Estuve en la presentación del libro Instantáneas de viaje (1959-1981) de Alicia Pacheco Álvarez. Lo comentaré cuando lo lea.

El Colegio Preparatorio, mejor conocido como Prepa Juárez, por estar en la calle de ese nombre, es el anfitrión de este evento. Es un edificio centenario. Su imagén está en mi memoria desde hace veintitantos años, ya que por una breve temporada viví exactamente enfrente del edificio.



La feria hace homenaje a El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, por sus primeros sesenta años.

sábado, julio 01, 2006

El valor de elegir



Anteayer, terminé de leer este libro de la autoría de Fernando Savater, filosofo español.

En la introducción, el autor diserta, mediante cuestionamientos a él mismo sobre la elección y la vida, sobre la libertad ¿en que consiste la libertad? ¿existe realmente la libertad? se pregunta. Busca las respuestas en su libro, ordenado en dos partes: un ensayo sobre la Antropología de la libertad y otro de elecciones recomendadas.

Savater compara al hombre, ser humano, con otras especies vivientes, animales que tienen capacidades superiores muy desarrolladas o inferiores, pero muy especializadas. Ve en el hombre, se ve a si mismo, con una gran, enorme, infinita quizá, capacidad, para adaptarse al ambiente, aprender de los seres vivos y de la naturaleza inerte, del cosmos, del transcurrir del tiempo, de lo que ve y de lo que se imagina. De la capacidad de albedrío, de discernir, de analizar. También de sentir, de emocionarse, de la espiritualidad. Todo ello es representativo de la libertad del hombre, de su capacidad para decidir que hacer. Para ello tiene su racionalidad.

Sobre las elecciones que hay que hacer en la vida, Savater escribe que son:

Elegir la verdad
Buscar la verdad, entendiendo lo que sucede. Saber la realidad. Aunque siempre la veremos con la óptica personal.

Elegir el placer
Disfrutar de la vida, vivir placenteramente. La madurez nos dirá a cuales placeres renunciar voluntariamente.

Elegir la política
La convivencia humana es en la sociedad, para vivir en armonía en la sociedad hay que elegir la política, ésta será así el arte de la convivencia, mediante el entendimiento de la razón del otro, del acuerdo o de la disidencia. Mantener la relación en sociedad por el lazo de lo común.

Elegir la educación cívica
Aprender el respeto a los demás, independientemente de su género, preferencia sexual, origen étnico, creencia religiosa, edad. Entender a los demás, formando con ellos instituciones que representen a todos y respetarlas todos los miembros de la comunidad. Respetar las opiniones diferentes de la propia.

Elegir la humanidad
En tanto seres humanos, buscar la convivencia, el aprecio por el otro. Autolimitarnos, tener simpatía solidaria por los demás cuando tienen sufrimiento.

Elegir lo contingente
Cito a Savater:
La única forma compatible con nuestra contingencia de multiplicar los bienes que apreciamos es intercambiarlos, compartirlos, comunicarlos a nuestros semejantes para que reboten en ellos y vuelvan a nosotros cargados de sentido renovado.

Y Savater cita:
Despedida
Me he preguntado a menudo, y no he encontrado respuesta,
de donde viene lo suave y lo bueno,
hoy tampoco lo sé, ahora tengo que irme.

Gottfried Benn.


Título: El valor de elegir
Autor: Fernando Savater
Editorial: Ariel
Edición: Primera. Octubre de 2003.