domingo, septiembre 19, 2010

Morelos

Morir es nada


Militar insurgente que luchó por la Independencia, el Generalísimo Morelos es el protagonista de este libro, narrado por el autor en la escritura de una de sus mujeres y madre de su hija, Guadalupe. Es una biografía novelada del Caudillo del Sur, que recibió las instrucciones de Miguel Hidalgo y que son citadas en el texto:
Por el presente comisiono en toda forma a mi lugarteniente el bachiller José María Morelos, cura de Carácuaro, y le ordeno marcharse para que en la costa del sur levante tropas, procediendo con arreglo a las instrucciones verbales que le he comunicado.

La misión de Morelos a partir de la comisión que le asignó Hidalgo fue hacer la guerra al gobierno virreinal de la Nueva España, para conseguir la independencia. Dejó su parroquia a la que había llegado como cura. Previamente había estudiado en el Colegio de San Nicolás, cuando Hidalgo fue su rector. En su infancia, al quedar huérfano o abandonado por el padre, que es lo mismo, tuvo que trabajar en el campo lo que le permitió aprender el trabajo campesino y de arriero, así como las condiciones de vida de los peones de las haciendas novohispanas.

Estratega militar logró durante cinco años infringir derrotas a las tropas realistas que combatieron a su ejército. Sus tropas las fue formando con campesinos, arrieros y artesanos, logró el apoyo de algunos hacendados del actual Estado de Guerrero como los Galeana y Bravo, así como de Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. Es celebre la resistencia de los Insurgentes en Cuautla y el rompimiento del sitio que les tuvieron los realistas y que duró setenta y dos días.

Tuvo una visión de estadista. Después de la toma por sus tropas de Oaxaca, con él al frente, redactó allí y presentó posteriormente sus Sentimientos de la Nación –primer documento que define cómo sería la nueva Nación independiente-. Instala el primer Congreso que emite la conocida como Primera Constitución, la de Apatzingán.

Perseguido por el ejército virreinal es apresado, juzgado por la inquisición, destituido como sacerdote y sentenciado a ser fusilado. En uno de los juicios que le hacen afirmar: Morir es nada, sí es por la Patria.

La lección de Morelos es una muestra de convicciones por tener una Nación independiente, donde se puedan desarrollar las potencialidades de los seres humanos sin distinciones. Es ejemplo de perseverancia, tenacidad, valentía, lealtad y humildad. El autor nos aproxima a José María Morelos y Pavón, el hombre, quien es uno de los grandes forjadores de la Patria.


Título: Morelos, morir es nada
Autor: José Ángel Palou
Editorial: Planeta
Edición: Primera, agosto de 2007.


jueves, septiembre 09, 2010

Independencia de México


Palabras pronunciadas en la
inauguración de la exposición
de replicas de grabados del
Taller de Gráfica Popular sobre la
Independencia de México


Mexicanos al grito de guerra es la primera línea de nuestro Himno Nacional.

Los hitos de la historia de nuestra Nación están marcados con guerras. Una guerra de conquista española con aliados autóctonos dio fin al imperio dominante en estas tierras mesoamericanas. El 13 de agosto de 1521 cayó Tenochtitlán en poder de los conquistadores y fue aprehendido Cuauhtémoc, el último emperador Mexica. Las ciudades antigüas fueron destruidas. Los indios fueron sometidos y esclavizados, algunos se rebelaron. Se impuso una religión y se dio un idioma distinto. La Nueva España surgida de la conquista fue una sociedad de castas. En la base de la pirámide los indios, los mestizos y los negros que fueron traídos como esclavos. En la cúspide de los blancos se marcó una diferencia, los peninsulares en el poder y los criollos relegados de éste. Así trascurrieron tres siglos de coloniaje.

Los criollos relegados del poder novohispano intentaron acceder a éste sin éxito. Hace doscientos años se conspiraba para obtener el poder. Un párroco de pueblo, ilustrado y valiente, fue el personaje central. Josefa Ortiz de Domínguez, poderosa esposa del corregidor de Queretaro, acogía a los conspiradores en tertulias y dio el aviso de que la conspiración había sido descubierta, algunos la habían traicionado. Antes del amanecer del 16 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y de Gallaga, al frente de un ejército improvisado de peones, herreros, alfareros, campesinos, presidiarios por él liberados y la disposición de algunos militares criollos, dio el grito de guerra al mal gobierno. Es el hito que marcó el inicio de la Nación mexicana actual. Hidalgo con su improvisada tropa avanzaron alcanzando victorias hasta que fue derrotado, aprehendido y sacrificado. Su cabeza cercenada fue exhibida pretendiendo extinguir el anhelo de libertad.

José María Morelos y Pérez Pavón recibió el mandato de Hidalgo para crear un ejército y liberar el sur. Así lo fue haciendo. Emitió los Sentimientos de la Nación diciendo: Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones. Que como la buena Ley es Superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el Jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto. Convocó al primer Congreso Constituyente del cual formó parte. Ese Congreso promulgó en Apatzingán el 22 de octubre de 1814 el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, nuestra Primera Constitución. También fue aprehendido y sacrificado.

María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, jovencita, huérfana, ilustrada, heredera de un inmensa fortuna, prefirió, ante las frivolidades y oscurantismo de la sociedad novohispana, luchar por la libertad. Puso su fortuna para armar a los libertadores. Ella utilizó el arma más poderosa: la palabra. Escribió y publicó sus ideas libertarias. La primera hija que engendró con Andrés Quintana Roo, también insurgente, nació en una cueva donde se resguardaban de la persecución de la inquisición.

Larga fue la guerra de independencia. De España llegó en 1817 uno de los primeros internacionalistas del mundo: Francisco Xavier Mina. Su sangre regó nuestras tierras por la libertad.

La persistencia de Vicente Guerrero mantuvo la guerra al mal gobierno. Su tenacidad logró la independencia, teniendo como aliado oportunista a Agustín de Iturbide, con quien, escriben historiadores documentados, no se dio ningún abrazo porque no se reunión con él en Acatempan, un emisario del Insurgente fue quien pactó con el militar realista. La guerra concluyó y se firmó el Acta de Independencia el 28 de septiembre de 1821. Después del desastroso imperio de Iturbide, fue nombrado el Primer Presidente, José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix -Guadalupe Victoria-. Él, durante la guerra, triunfó a lado de Morelos en la toma de Oaxaca.

Estos episodios y personajes de la Guerra de Independencia están retratados en los grabados de los artistas del Taller de Grafica Popular. Esta memoria, que ahora la tecnología nos permite reproducir, es parte del gran acervo cultural que tenemos los mexicanos y herencia de las mejores tradiciones plásticas nacionales.

Alfareros, curtidores, herreros, peones de hacienda, desposeídos y algunos ilustrados y pudientes, todos ellos patriotas valientes, lucharon por la Independencia hasta obtenerla. A 200 años del inicio de esa gesta de libertad, los mexicanos de este siglo XXI tenemos el deber de hacer que nuestra Nación sea prospera. Que todos tengan oportunidades, para superar la pobreza y dejar de ser una de las naciones más desiguales del mundo, lo que es ofensivo. Que todos los niños y jóvenes tengan oportunidades de estudiar. Que mujeres y hombres sean productivos, cultos y felices. Todo esto lo podemos hacer trabajando intensamente, participando, ejerciendo nuestros derechos, siendo solidarios, y organizándonos para ser una sociedad auténticamente democrática. Y lo podemos hacer en paz.


Exposición de replicas de grabados del Taller de Gráfica Popular sobre la Independencia de México

Doble click para ver a pantalla completa

Al finalizar el evento de inauguaración se entonó el Himno Nacional:

martes, septiembre 07, 2010

Mucho ruido y poca Patria

La matraca

Poca Patria en los fastuosos festejos del bicentenario del inicio de la guerra de Independencia de México. Mucho ruido: sonoro, visual, mediatico.


En un pequeño espacio de la sede del Congreso de Veracruz se inauguró hoy la exposición Mucho ruido y poca Patria de Salvador López . Con varias técnicas el artista nos va mostrando los cielos, las montañas, el suelo y el subsuelo de México, de Veracruz. Una constante: el rojo de la sangre, éste se desborda de los cuadros para llegar a los paneles y escurrirse hasta el piso. Es un retrato del México actual, de la realidad presente.


Del texto de presentación, escrito por Jahaciel Garcia Venegas, cito.
Salvador explora el mundo, mira en los recovecos, fija su atención en ese detalle diminuto capaz de albergar al universo entero (en esas mil formas caóticas o meros caprichos de la naturaleza) para dialogar con la luz, mientras que con el registro de sus descubrimientos y su imaginación desbordada por eso mismo que descubre, nos invita a abrir los sentidos a esos caleidoscopios infinitos, casi gritándonos que ya no sabemos mirar, que hemos enceguecido, que la indiferencia es una cárcel que empieza cuando el ojo ya no ve más allá de los miedos aprendidos  y cuando la piel se esconde de cualquier roce.
Hace mucho tiempo que las artes plásticas dejaron de intentar ser una calca del mundo. Hoy un artista refleja en sus superficies el proceso que enfrenta a su conciencia con el mundo.  “¡Mira!, ¡mira!” van gritando las pinceladas de Salvador López, mientras el conjunto de su pintura refleja la dolorosa cicatriz que se encarna en su conciencia: el tiempo pasa irremediable y con él un arrasante río de sangre testimonia todos aquellos daños colaterales que el humano va generando en su intento de hacerse del mundo. Duele, nos dice. Jode, testimonia. Podría ser diferente, anhela.
La pintura de Salvador López no es un canto de dolor. Es un movimiento de indignación creativa. Una afirmación de quien ha sido de muchas maneras testigo de bellezas inauditas, un hombre necio que nos dice que aún la sombra está poblada de colores, sorpresas, secretos. Observador locuaz, Salvador avanza por contrastes y en el arco que se tiende entre lo atroz y lo sublime, nos obsequia con su mirada inquisitiva. Nos advierte: la belleza no existe, existe el mundo. La belleza se aprende: se teje o desteje desde la conciencia.

Para la presetación de la exposición Salvador contó con el apoyo de la diputada xalapeña Dalia Pérez, que se distingió en la legislatura que está por concluir su ejercicio por su defensa de las demandas de las mujeres, aún votando en sentido distinto de la mayoría de su partido.

Durante la inauguración de la exposición Javier Cabrera interpretó música con instrumentos prehispánicos:




Entrevista a Salvador López de la televisión estatal de Veracruz: