domingo, diciembre 30, 2007

Índice 2007




Lo que leí en 2007

Narrativa:

Política:

Novela histórica:

Poesía:

Personajes:

Ferias, exposiciones y más:

Cine:

Numeralia:
  • 28 libros leídos

Porqué

Lo que leí en 2006

Sobre la elección presidencial de 2006


La elección de Presidente de la República en 2006 fue un suceso que conmovio a México, que nos ha hecho debatir como no lo habíamos realizado antes los mexicanos. Por su resultado, y tomando las palabras de Sabina Berman, es un soplo en el corazón de la Patria. Se aliviará en la medida que los mexicanos y las organizaciones polìticas que tenemos asumamos un compromiso verdadero por la democracia, sin adjetivos y sin trampas o guerra sucia.

Nuestra próxima cita para elegir presidente es el primer domingo de julio de 2012, hago votos por que esa sea una elección con competencia limpia y resultados con certeza.

Lo que leí después del 2 de julio de 2006

También ví la película Fraude: México 2006 de Luís Madoki

Y lo que leí antes del 2 de julio de 2006


Y lo que escribí sobre estas elecciones:


Antes de la elección

Después de la elección:

En la imagen, la artista plástica Cecilia Márquez, protestando contra el fraude electoral el 9 de agosto de 2006 en el centro de Guadalajara, Jalisco.


jueves, diciembre 27, 2007

Instantáneas de viaje

(1950 – 1981)

Viajar es uno de los placeres de la vida. A veces viajar es una necesidad para no pasar la vida de manera triste e ir a buscar en el viaje la felicidad o al menos la ausencia de aquello que lastima, que duele, que no se olvida porque se ama.

Alicia Pacheco nos entrega una remembranza de los años setentas y principios de los ochentas del siglo pasado en dos personajes, dos amigos, cado uno con sus conflictos. Aparece en la narración el diario que contribuyó al cambio del periodismo en México, renombrándolo, cambiándole la preposición central, la autora lo llama unoconuno.

Los amigos los son desde la adolescencia, cuando compartieron los estudios de secundaria en la ciudad de México. El 2 de octubre de 1968, ya jóvenes viven y sobreviven a la matanza de estudiantes en la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco. Cado uno hace su vida. Se reencuentran cuando ya han pasado los años. Uno de ello, agrónomo, desarrolla su actividad profesional en alguna dependencia gubernamental, el otro es fotógrafo del diario unoconuno. El segundo visita al primero, de esa manera se ausenta de la ciudad de México, donde comparte cada vez menos la vida con una actriz de quien está profundamente enamorado, en su ausencia confirma que ella lo ha cambiado por otro, para tratar de olvidar se dedica intensamente a su trabajo: Tomar fotos para reportajes.

El puerto de Veracruz es uno de los sitios cuyos rincones gusta de retratar el segundo personaje, que así va asumiendo el principal papel en la narrativa. Va a Xalapa donde el clima húmedo, el chip-chipi continuo, la niebla, le hacen resentir la enfermedad que padece desde niño: El asma. Vuelve con su amigo. Va a la ciudad de México sólo para confirmar que se separa de la mujer que ama. Regresa con su amigo, a Orizaba. Es demasiado tarde, cuando llega, él yace en el hospital victima de una agresión, muere. Se queda solo. Va al rancho de su amigo, se deja, se abandona, el asma lo lleva a encontrase con él.

La narración alterna pasajes en presente con el pasado, cual si fueran instantáneas que se ven al rememorar algún viaje y estar viendo un álbum. Es un texto de lectura suave y por momentos muy intenso. También, unoconuno puede ser el título de un encuentro de amigos.

Título: Instantáneas de viaje (1950 – 1981)
Autora: Alicia Pacheco Álvarez
Editorial: Instituto Veracruzano de Cultura
Edición: Primera, junio de 2006.

lunes, diciembre 24, 2007

Las razones del descontento

Millones de mexicanos quedamos más que descontentos con el resultado oficial de la elección presidencial del 2 de julio de 2006. Federico Arreola describe en su libro cómo vivió él y los partidarios de Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial por la coalición de izquierda Por el Bien de Todos las jornadas de protesta posteriores al día de la elección y a que el Instituto Federal Electoral diera a conocer los resultados, de manera sospechosa.

Es interesante saber las vivencias de quien fue el responsable de las finanzas para la campaña de Andrés Manuel, y Arreola desempeño ese papel, además de escribir su columna periodística que aparecía diariamente en la página 3 del diario Milenio, del que fue director fundador y a cuya dirección renunció para su trabajo político. Arreola se presenta a si mismo como un neoliberal, un economista de derecha formado en la universidad privada más connotada en México, el Tecnológico de Monterrey. Así resulta un tanto sorprendente que un hombre de ese pensamiento y formación se haya adherido a la candidatura de un hombre de izquierda, que más altas posibilidades ha tenido de llegar a la Presidencia de la República, cuyo triunfo fue arrebatado mediante el más escandaloso fraude electoral de que se tenga memoria en México.

Narra el autor las grandes movilizaciones de ciudadanos que protestaron en la ciudad de México, mediante multitudinarias marchas y el plantón que hicieron en el Zócalo, la principal plaza del país, las avenidas Madero, Juárez y Paseo de la Reforma. Así como las movilizaciones en otras ciudades de la provincia mexicana. Miles de hombres y mujeres que sintiéndose libres permanecieron seis semanas en plantón, impidiendo el tráfico vehicular. Las negociaciones de los dirigentes de ese movimiento entre ellos mismos para mantenerlo y con las autoridades para exigirles una sola acción para que el resultado de la elección tuviese la certeza que manda la Constitución, ley fundamental del país, el recuento de todos los votos, mediante una consigan que corearon, escribieron y no fue atendida: Voto por voto, casilla por casilla.

Este es el testimonio de un ciudadano que tuvo un lugar de privilegio en la campaña y en las protestas posteriores, que buscó el acercamiento con sectores adversos a la candidatura de López Obrador, que buscó y obtuvo recursos para desarrollar esa campaña. Que dejó lo que hacía en un sitio de privilegio, la dirección de un corporativo de medios de comunicación, y corrió el riesgo de apostarle a un cambio en la política mexicana. En alguna parte de su relato cita cómo inició su trato con el candidato, ejerciendo su función de director de un medio impreso lo busca tantas veces hasta que lo convence de adquirir promoción del gobierno de la ciudad de México para una edición especial del diario Milenio con motivo de los 60 años del Tecnológico de Monterrey. Este hecho aparentemente insignificante los acerca. El entonces Jefe de Gobierno y luego candidato presidencial es un acérrimo defensor de la educación pública (fundó la Universidad de la ciudad de México durante su gestión) y el director de medios un defensor de la educación privada y de todo lo relacionado con el libre mercado. Así, el defensor del libre mercado se hace simpatizante y luego colaborador de López Obrador, en quien ve virtudes que la mayoría de los políticos mexicanos no tiene. Y por ello lo apoya, a sabiendas de que es mal visto por los de su propio sector. Pierde amistades, pero gana dignidad. También le quitan el espacio de su columna periodística, lo corren del diario que fundó.

A la izquierda se le arrebató el triunfo electoral por la presidencia. Para ello las instituciones fueron copadas, desde el Instituto Federal Electoral hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Además de la campaña sucia, de odio, que hizo la derecha, no sólo por su expresión política, el Partido Acción Nacional, sino también por los organismos cúpula de los empresarios mas recalcitrantes de derecha y el presidente de la República en aquel año. Una derecha que tiene miedo de la democracia y por ello trata de destruirla.

En este año 2007 se inició, mediante el mayor consenso que se haya logrado en el Congreso, la Reforma Electoral que trata de recobrar la vigencia de las instituciones para que la competencia democrática sea precisamente eso: una competencia, no una guerra sucia como la de 2006 contra el candidato presidencial de la Coalición por el Bien de Todos. Para que en México no se repita un fraude electoral donde el poder del dinero se imponga a los anhelos de justicia y una vida digna para todos en una República verdaderamente democrática.


Título: Las razones del descontento
Autor: Federico Arreola
Editorial: Nuevo Siglo Aguilar
Edición: Primera, marzo de 2007.

En la imagen, la artista plástica Cecilia Márquez, protestando contra el fraude electoral el 9 de agosto de 2006 en el centro de Guadalajara, Jalisco.

domingo, diciembre 16, 2007

El Violín


El viejo Plutarco es violinista. Su hijo lo acompaña con la guitarra. Y su nieto pide el apoyo económico de transeúntes, comensales, de la gente. Así pasan algunos de sus días. Duermen en la calle. En otros días viven en su rancho, cerca de la milpa. El maíz sembrado, la milpa, de la que tendrán alimento es a la vez el lugar para guardar su material de defensa.

La guerrilla rural en los campos de un país que se parece mucho a México. Que es México. La incursión de los militares. La represión, la tortura, la violación, los asesinatos. La guerra que parece que no tiene fin.

La música popular. El anciano Plutarco y su violín son como un símbolo de la resistencia de la cultura popular. Él que le enseña a su nieto los cantos que hacen homenaje a la lucha de los guerrilleros y que luego cantará para sobrevivir, pidiendo apoyo en monedas.

Los militares. Hombres de campo, con una infancia de dificultades, reprimen a otros hombres de campo. Alguno de ellos se solidariza con la guerrilla.

La infancia más que difícil en los pueblos serranos. Sobreviven los niños, junto con sus madres, del asecho de los soldados. Viven. Piden monedas para poder vivir. Y siguen viviendo. La escena final es especialmente extraordinaria: El niño que ha perdido a su madre, a su padre, a su abuelo, junto con otra niña, sobreviven cantando a sus guerrilleros muertos. Sobreviven caminando.

El país que parece que es México retratado en blanco y negro. Sus claros, donde poco penetra la luz, y obscuros. Los caciques que de todo sacan provecho, abusando de las necesidades de la gente pobre.

Y el viejo violinista que nos muestra que la vida, por más difícil que sea, hay que vivirla con dignidad. Hay que vivirla con música. Hay que vivirla con perseverancia. Hay que vivirla aprendiendo y enseñando.

Vi la película. No fui al cine. Hace varias semanas, meses, fuimos al Ágora de la ciudad con la intención de verla. Nos informó aquella vez la directora que había suspendido la función porque en el parque aledaño habría un concierto de música grupera e interferiría con el audio de la película. Y no pudimos verla aquella vez. Hace dos semanas, caminando en el centro de la ciudad de México, entré a una librería y me encontré el disco. Ayer por la tarde la vi.

Ésta es una extraordinaria película que retrata algo de lo que pasa en México, o en Latinoamerica, y no se ve en la pantalla chica. Por ello es elogiable el trabajo de Francisco Vargas, su director. Entiendo que por ello los diarios franceses dijeron:

Una de las más bellas películas de los últimos años: Liberation
Un relato cinamatrgráfico elevado al rango de mito revolucionario: L´Humanité









Título: El Violín
Director y productor: Francisco Vargas
Una película premiada en el Festival de Cannes.

domingo, diciembre 09, 2007

La última hora del último día

La selva veracruzana fue el refugio de un grupo de catalanes republicanos exiliados tras la Guerra Civil. La Portuguesa es el nombre que Jordi Soler pone en su obra a la finca cafetalera en la que vivieron, primero su abuelo y correligionarios españoles con sus familias, luego él, su hermano y la descendencia de los refugiados.

Soler nos entrega una narración de sus vivencias, cuando niño, en la finca cafetalera. La relación que él veía transcurrir de los exiliados con los empleados que laboraban en el cultivo del café, con los descendientes de los africanos que habitan en la población de Yanga, que el identifica como Ñanga, muy cercana al lugar. Y con los hombres del poder, que cada que querían amenazaban a los exiliados con expulsarlos del país, aplicándoles el artículo 33 de la Constitución.

Las relaciones con los negros de Ñanga, mexicanos de origen africano, con su abuelo y compañeros de exilio incluyeron una sesión de budú con el objeto de eliminar al dictador de España, Francisco Franco, a quien responsabilizaban de todas las vicisitudes que pasaban en su exilio.

El autor describe su aprendizaje del mundo en la finca, donde el único medio de contacto con el exterior era un aparato de televisión por medio del cual pudieron ver, entre otros eventos, el mundial de fútbol de Alemania en 1974, en el cual no participó México, tampoco España, adoptando ellos como su equipo el de Holanda porqué en ese equipo era una de las estrellas un jugador del Barcelona, de donde ellos provinieron.

La última hora del último día es una parte muy intensa de la narración de Soler, cuando describe los preparativos y el desarrollo de un festival de rock and roll, que por antojo del alcalde se tiene que efectuar en la finca cafetalera y que da lugar a lo que él denomina como la invasión, la incursión de miles de jóvenes jipis a la finca y a sus casas, destrozando y abusando de su tía niña, enferma mental, lo que transforma la vida en ese lugar.

De sus recuerdos de infancia y vivencias posteriores en torno a La Portuguesa, el escritor nos entrega una obra que pone de relieve la forma de ser no tan amistosa de los mexicanos con los refugiados, que encontraron en este país un lugar para vivir su exilio, ya que por su condición de extranjeros son frecuentemente asediados por los hombres del poder para extorsionarlos y obtener así beneficios.

Resalta el autor los contrastes entre la vida que llevaban los exiliados y sus familias y las mujeres y hombres que han habitado desde tiempos precolombinos esas tierras. La relativa buena forma de vivir de los primeros y la pobreza de los segundos. Aprende su familia y él mismo de los nativos y adoptan como suyas alguna de las formas de éstos para salvarse de las adversidades en la selva. Tal es el caso de la consulta y curaciones que les hace la chamana, a él inclusive cuando, en un viaje reciente, decide acudir a pedir su ayuda ante la ineficacia de los oftalmólogos de Barcelona.

Éste libro es una buena continuación de la novela anterior de Jordy Soler, Los rojos de ultramar, que publicó hace más de dos años. La vida en el exilio no se ve fácil, sino al contrario muy difícil, a veces increíble, como lo narra Soler, quien la vivió con su familia.

Título: La última hora del último día
Autor: Jordy Soler
Editorial: RBA, Colofón
Edición: Primera, octubre 2007.

En la imagen, un cafetal que sobrevive en medio de Córdoba, ciudad que Jordi Soler identifica en su obra como La Galatea.

Sobre la Guerra Civil en este blog: