domingo, marzo 08, 2009

La lámpara de Aladino

Breves relatos sobre las vivencias, recordanzas diría René Avilés Favila, de Luís Sepúlveda, con una parte de ficción, de lo que está hecha en mucho la literatura. Como diría Jorge Semprun: las novelas son mucho más que la vida. En este caso no se trata de una novela, si de relatos cortos armónicamente agrupados bajo el título de La lámpara de Aladino, que sugiere magia y los poderes que le derivan.


Es la primera vez que me encuentro con este autor. Su narrativa es ágil, fresca. Es como si se estuviera conversando con él. Su manejo del lenguaje resulta muy ameno.


En el libro se agrupan doce relatos bajo el título del último de ellos: La lámpara de Aladino. Éste tiene una breve dosis de erotismo. Un suceso en La Patagonia y sus bajas temperaturas, que no por ello deja de ser visitada por un aventurero que va en busca de quienes le compren sus mercancías. Mar. Frío. Hombre y mujer.


Otro de los relatos, quizá el más atractivo de ellos es ¡Ding-dong, ding-dong!, son las cosas del amor que evoca como un telón de fondo la canción de Leonardo Favio, mientras transcurren: una historia de amor de una pareja que se conoce en la adolescencia en Santiago y la historia de Chile que permitió la llegada de Salvador Allende a la Presidencia de su país por el voto de sus conciudadanos, luego el sangriento golpe de estado militar y la dictadura que le siguió. El título me pareció al principio cursi, pensé que todos tenemos derecho a momentos de cursilería. El relato no resulto así. Me parece extraordinario, por las vidas y circunstancias que va citando.


Una muy buena y fácil lectura.



Título: La lámpara de Aladino

Autor: Luís Sepúlveda

Editorial: Tusquets Editores, colección Andanzas

Edición: Primera, noviembre de 2008