lunes, septiembre 30, 2013

La rosa de la China

La increíble historia de una princesa que llegó de Oriente para convertirse en la milagrosa Catarina San Juan,
la China Poblana

Catarina San Juan
en un grabado del siglo XVII


El México actual es la fusión de dos grandes culturas, la mesoamericana y la española, con todo el dolor que produjo la conquista. Además se han asimilado a la cultura nacional personajes de otros orígenes. Uno de esos personajes es Catarina San Juan, a quien se le reconoce como la China Poblana y cuya indumentaria trascendió y forma parte de la identidad mexicana. En esta novela Jaime Panqueva nos narra la vida de ese personaje y las circunstancias de su llegada al puerto de Acapulco en los inicios del siglo XVII.

Catarina San Juan nació en la antigua Delhi, capital de la India Prastha en 1609. Su nombre original fue Mirrha –amargura-. Desde su nacimiento se le vaticinó un futuro prodigioso, pero no en su tierra, sino en el Nuevo Mundo.

En el siglo XVII llegó una comitiva japonesa a la llamada Nueva España, el arribo fue por el puerto de Acapulco, surcando el océano Pacífico como lo hacía la Nao de China con las mercaderías del oriente, rica cerámica, sedas y otros productos que intercambiaban con los que se exportaban de la entonces colonia del Imperio Español. Esa comitiva visitó al virrey y luego partió a España, saliendo por el otro lado del continente embarcándose en el puerto de Veracruz.

En 1620 Catarina San Juan es raptada y esclavizada por piratas portugueses en un puerto de los dominios de su padre. Es trasladada a Manila y de ahí a Acapulco. Es así como llega a estas tierras americanas. A finales de 1621 Catarina está instalada en Puebla, en la casa del capitán Miguel de Sosa, cerca de San Francisco. El 4 de diciembre de 1624 muere De Sosa, en su testamento da la libertad a Catarina. Ella sirve a la viuda y cuando ésta se va un convento queda en tutela del clérigo Pedro Suárez. Éste casa a su criado chino Domingo con Catarina. Cito al autor:
“… El chino acepta sin entender y “proponiéndole la obligación del matrimonio”, Catarina se rehúsa. Nada consiguió con tratarla de “hechicera y bruja” ni con quererla matar, ni con enfermarse gravemente. Catarina fue inflexible. Nadie la creyó virgen y vivió “con la nota afrentosa de estéril y sin la corona de virgen en las humanas estimaciones…”

En 1640 Catarina hace una peregrinación a Cosamaloapan acompañada de Domingo. En 1644 muere Domingo en Veracruz. Catarina pasa a vivir con la familia Del Castillo y Altra. En 1680 Catarina exorciza el oratorio de los filipenses. Ese mismo año se creó en el Convento de Santa Rosa de Lima el mole poblano. El 5 de enero de 1688 murió Catarina San Juan. Fue enterrada en la iglesia jesuita del Colegio del Espíritu Santo, Sus confesores sostiene que no aprendió a leer ni a escribir.

En 1689 de se publica en Puebla la primera parte de Prodigios de la Omnipotencia y milagros de la Gracia en la vida de la venerable sierva de Dios, Catharina de San Joan. En 1690 se publica la segunda parte en la ciudad de México y en 1692 se publica la tercera parte. Estos Prodigios son prohibidos en España por la inquisición. En 1696 la inquisición mexicana ordena la confiscación de los Prodigios en todo el virreinato y la clausura del altar dedicado a Catarina San Juan.

Y nace la tradición. A la vestimenta de Catarina San Juan se atribuye el origen del traje de China Poblana.


Título: La rosa de la China
Autor: Jaime Panqueva
Editorial: Planeta
Edición: Primera, marzo de 2011.

jueves, septiembre 19, 2013

Morelos: la vida por la Independencia

Monumento a Morelos
en el jardín que lleva su nombre en Oaxaca de Juárez


¡Viva Morelos! Es uno de los gritos de arenga libertaria en las celebraciones mexicanas del 15 de septiembre que recuerdan el inicio de la larga Guerra de Independencia de México del dominio del Imperio Español. Pero ¿quién fue Morelos? Pregunta que nos podemos contestar leyendo esta breve biografía de la autoría de Pablo Moctezuma Barragán.

Al inicio del siglo XIX, entre los personajes más ilustrados de lo que entonces se denominaba la Nueva España se encontraban los sacerdotes, aún aquellos que estaban en pequeñas parroquias en el extenso territorio novohispano. Uno de esos párrocos de pueblo fue José María Morelos y Pavón. Él fue asignado como cura en los pueblos de Carácuaro y Necupétaro. Fue un cura de pueblo. Y para llegar a serlo fue preciso demostrar documentalmente que su origen era español, aun cuando hay indicios de sangre africana en sus ancestros, que se graduara de bachiller y como tal conocer la ciudad de México, capital, y realizar los profundos estudios en el Colegio de San Nicolás, cuando el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla era rector de esa institución educativa de la iglesia católica. Fue Morelos un ilustrado en su tiempo.

Iniciada la Guerra de Independencia, fuel al encuentro de su maestro Hidalgo, quien le asignó la tarea de organizar la rebelión en el sur y tomar Acapulco. Desde antes ese puerto del Pacífico ha sido importante para el comercio marítimo. Fue formando su ejército, iniciando con algunos de sus feligreses. No pasaban de cuarenta los miembros de su incipiente tropa y partió a liberación del sur y la toma de Acapulco. Para lograr su misión inicial fue incorporando a sus tropas a valientes patriotas entre los que destacan los Galeana y los Bravo, también Vicente Guerrero.

La lucha fue difícil. Destacan en su trayectoria militar su resistencia hasta romper el sitio que los realistas –defensores del reino- y la toma de la ciudad Nueva Antequera –ahora Oaxaca de Juárez-. Una de las casonas principales del centro histórico de esta ciudad ostenta una placa que recuerda la estancia de Morelos en ella y dice que en la misma redactó los Sentimientos de la Nación. Tal documento es la base para el ordenamiento jurídico de la nación independiente. A partir de éste y de la integración del Congreso de Anáhuac con representantes de las provincias en Apatzingán se promulga la primera constitución nacional denominada Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana.

El autor hace referencia a la situación que se vivió en aquel tiempo en España, especialmente la promulgación y luego derogación de la Constitución de Cádiz. Y en el contexto nacional la existencia de un grupo identificado como Los Guadalupes formado por personas de diversas condiciones y que clandestinamente apoyaron a los insurgentes, con información y recursos.

Morelos cumplió a cabalidad la instrucción de Hidalgo. E hizo mucho más. Liberó territorios, estableciendo en ellos autoridades de la república naciente y promulgando la libertad de todos los individuos. Es de destacarse su lucha por la eliminación de la esclavitud y de la igualdad de los hombres, independientemente de su origen étnico, por ello dictó órdenes para eliminar las castas, llamando a todos los nacidos en este territorio como americanos.

Traicionado siguió luchando. Protegió al Congreso perdiendo la libertad. Fue juzgado, excomulgado, degradado y martirizado. Soportó los tormentos de los representantes de la santa inquisición. Y se mantuvo firme a sus ideales de libertad para la América Mexicana. Fue fusilado en Ecatepec –ahora de Morelos-.

Morelos, párroco de pueblo, ilustrado, valiente, al frente de unos pocos y luego miles luchó por la Independencia. Por ello es de justicia el grito ¡¡¡Viva Morelos!!!


Título: Morelos: La vida por la Independencia
Autor: Pablo Moctezuma Barragán
Editorial: Morena, Mexteki y Sísifo
Edición: Primera, septiembre de 2013.