sábado, julio 26, 2014

Colombo de Terrarrubra



El 12 de octubre de 1492 está registrado como un hito en la historia de la humanidad, muy especialmente en el destino de los pueblos que habitaban el hemisferio occidental del planeta Tierra, del que hasta ese tiempo no se tenía la prueba que diera certeza a la teoría de su redondez. El protagonista de la hazaña de surcar la mar océano –como se decía en aquel tiempo- fue el navegante genovés Cristóforo Colombo, mejor conocido como Cristóbal Colón. La autora Mary Cruz nos entrega en esta extensa narración los preparativos del viaje y su desarrollo, los posteriores viajes de Colón hasta la muerte del personaje, el 20 de mayo de 1506.

La autora pone sus palabras en una narración en primera persona y la atribuye a Antón de Alaminos. Así en la descripción de lo que ve y oye Alaminos nos va describiendo cómo fue preparado el primer viaje del navegante genovés. Nos entrega una narración en un castellano semejante al de la segunda mitad del siglo XVI que hace que la lectura sea lenta.

Atribuye como lugar de nacimiento de Cristóforo Colombo a Terrarrubra en el territorio de Génova. De allí el título de la obra. Ésta inicia con un proemio del porqué se escribe. Hay una descripción de la región de la que forma parte el puerto de Palos, tierra de navegantes y pescadores. De esa región forma Colón la tripulación de las naves que ahí mismo consigue, al contar con el apoyo de los reyes católicos de Castilla y Aragón. Hay una referencia a la guerra de la reina Isabel para concluir el desalojo de los moros del territorio de Sevilla.

Parte Colón capitaneando tres naves.

En la capitana viaja de polizón el narrador que es descubierto durante una tormenta que mece la nave de tal manera que ya no puede esconderse. El polizón es Antón de Alaminos. Colón lo acepta, protege y lo hace su secretario personal.

Atraviesan por mares que ya conoce el Capitán General hasta internarse en la desconocida mar océano. Transcurren noches y días, semanas y semanas, y siguen navegando. Padecen las tormentas en medio del mar. Surgen inquietudes por no encontrar su supuesto destino, las Indias. Algunos marineros se desesperan y se amotinan. Colón los tranquiliza. Y el viaje en el agua inmensa continúa.

La presencia de aves les hace recuperar la esperanza de estar cerca de tierra. Finalmente logran llegan a tierra.
No saben con certeza dónde están. Exploran las islas. Se sorprenden por el paisaje verde. Entran en contacto con los habitantes de los lugares donde descienden de sus naves. Oro van buscando. Una de las naves se les aparta y luego la vuelven a encontrar. Una tormenta inutiliza una de las naves. Improvisan un campamento en la isla que han nombrado La Española y quedan ahí un grupo de los navegantes. Regresan de ese primer viaje. Informan a los reyes de su hallazgo. Se organiza: un segundo, tercer y cuarto viajes.

Alaminos va contando sus vivencias personales e impresiones de los viajes en los que participa. Cuando concluye el cuarto viaje acompaña a Colón hasta su muerte. Fue testigo de los desprecios que recibió el navegante, no obstante su hazaña.

De la autora se dice en la cuarta de forros que es de Camagüey, donde nació en 1923. 

Esta bella novela fue publicada hace 20 años y me fue posible leerla gracias al regalo de un ejemplar que me hizo, junto con otros libros, la Cónsul General de Cuba en Veracruz, María Luisa Fernández Eguilaz. Un libro que en algunos momentos me dio la sensación de viajar en medio del mar.


Título: Colombo de Terrarrubra
Autora: Mary Cruz
Editorial: Unión de Escritores y Artistas de Cuba
Edición: Primera, 1994.