sábado, diciembre 31, 2016

Lecturas de 2016



Arte:
·         Tamayo de J. Corredor-Matheos

Biografía y autobiografía:

Historia:

Narrativa:

Política:
·         El amasiato de Álvaro Delgado

Teatro:



Numeralia: Una docena de libros leídos, ninguno de poesía, y otros dos que quedaron pendientes de reseña. La menor cantidad en el último cuarto de siglo. Me estoy asimilando a la mayoría que lee poco o no lee.

Visiones de la Ciudad Esmeralda

Modernidad, tradición y formación de la Oaxaca porfiriana



Descubrir parte del pasado de una ciudad, que desde hace más de tres décadas está incluida en el Patrimonio de la Humanidad, es el resultado del trabajo de búsqueda en archivos históricos del  investigador y profesor de la Universidad de Connecticut Mark Overmyer-Velázquez. Ésta nos es entregada en este libro que fue editado con motivo del Bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia de México y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana.

La ciudad es verde. Sus fachadas, de templos, edificios de gobierno y casonas particulares se muestran de un verde jade después de la lluvia. Por ello esta ciudad es también llamada la Verde Antequera, así también se hace referencia a uno de los nombres que tuvo en la época de la Nueva España. Debe tener alguna razón el autor para identificarla con el color de la esmeralda.

Se hace referencia a las características de la ciudad al correr el tercer tercio del siglo XIX. De la llegada al poder ejecutivo federal del general Porfirio Díaz –hijo ilustre de esta ciudad- y su posterior conversión en un dictador –como otros de Latinoamérica-. La influencia del personaje en el desarrollo económico de la ciudad y de la región de los valles que la rodean. En aquellos años resurge la minería, con mayor impulso que en la época colonial. De ahí se nutre la ciudad. De ahí se obtienen los recursos para las nuevas edificaciones y para transformar las existentes.

El ferrocarril llega a la ciudad en 1892. Con este moderno medio de transporte –de pasajeros  y de carga- se da forma al impulso que la minería no tuvo antes. Los minerales extraídos fueron llevados a otras latitudes por ese medio. La ciudad recibió inmigrantes de EE UU, Canadá y algunos países de Europa. Ellos traían sus capitales con los que se reactivó intensivamente la industria extractiva. Descendientes de esos inmigrantes instalaron la primera planta de generación eléctrica para el alumbrado. Era esa la modernidad del momento. Además de poder viajar hacia el centro del país de manera segura y rápida.

Los inmigrantes y quienes los apoyaron con sus capitales o la alianza política se fue gestando la moderna clase dominante porfirista. El autor la identifica como la “vallistocracia”. De las montañas cercanas y del valle se extraen los metales que engrosan los capitales de esa aristocracia que controla el gobierno. También impone, por vía de reglamentos municipales, restricciones a las actividades que realizan las personas pobres, también limita las áreas de vivienda, creando barrios de distintos y contrastantes niveles.

Un caso en particular que destaca el autor es el control de los establecimientos donde se permitía el ejercicio de la prostitución y de las mujeres que ejercían ese llamado oficio más antiguo del mundo, estableciendo para ellas control médico. El libro incluye fotografías de esos instrumentos de control que se conservan en los archivos, así como las fichas de identificación de las personas con sus fotografías. ¿Qué pasaría después de la Revolución Mexicana con esos medios de control y registro? ¿Cómo serán ahora?

También se incluyen mapas de la ciudad de entonces. Se describe la construcción de edificios emblemáticos como el Teatro que ahora lleva el nombre del ilustre compositor Macedonio Alcalá. Cada casona tiene su historia. ¿Quién y cuándo la escribirá?

Éste es un libro para acercarse a la historia de hace un siglo y un poco más de la ciudad emblemática del Valle de Oaxaca.


Título: Visiones de la Ciudad Esmeralda
Autor: Mark Overmyer-Velázquez
Editorial: Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y Congreso del Estado de Oaxaca
Edición: Primera, 2010.


martes, diciembre 27, 2016

A Lupita le gustaba planchar



A Lupita le gustaba planchar, coser, ver el cielo, chupar, hacer el amor, cosas cotidianas. Lupita, el personaje de esta novela de Laura Esquivel, trabajaba de policía en la Ciudad de México. Fue testigo circunstancial del asesinato de un Jefe Delegacional. Su vida se vuelve agitada, como agitada es la vida en la metrópoli.

A la par de la vida de Lupita, la autora nos va narrando algunos entretelones en la vida política de una delegación, de las 16 que son, de la Ciudad de México. Lupita está cerca del Jefe Delegacional cuando es asesinado.

Cuotas de poder a los y las operadores políticos del partido que gobierna la Ciudad. Reparto de canonjías. Recolección de cuotas por el uso de espacios públicos. Uso del presupuesto público para favorecer a un grupo político dentro del partido y del gobierno de la Ciudad.

Lupita va viendo los sucesos. Y de pronto está inmersa en uno de los más delicados. El asesinato de un político y la investigación del asesinato. Y los obstáculos que se van presentando en la investigación. Intriga.

Esta novela es un acercamiento a la vida de las personas que sobreviven con empleos del gobierno de la Capital, las redes de relaciones de poder entre grupos políticos y dirigentes de organizaciones que se disputan el uso del espacio público. El poder y sus parcelas.


Título: A Lupita le gustaba planchar
Autora: Laura Esquivel
Editorial: Suma de Letras
Edición: Primera, marzo de 2014.

sábado, diciembre 24, 2016

Diatriba de amor contra un hombre sentado



Esta obra de teatro breve es protagonizada por una pareja. Ella le reclama a él. Le dice y le repite. Él, cual maniquí, escucha sentado la perorata. Así transcurre la obra que escribió el gran Gabriel García Márquez y que fue estrenada en el Teatro Nacional de Colombia el 23 de marzo de 1994.

Antes de abrirse el telón se escucha el estropicio de una vajilla que es rota de manera sistemática. Uno, dos, tres, cuatro, así cada pieza emite su fuerte sonido de rotura. Se alza el telón de una habitación de clase alta. Un gran guardarropa, muebles costosos y un impresionante silencio.

Lo mal que ha pasado la vida ella, y al juzgar por sus palabras le sigue pasando, se lo atribuye a él. Él es el responsable de las malas vivencias de ella. Entre las líneas de ese singular monologo se va develando la vida de ambos en la sociedad colombiana de fines del siglo XIX y principios del Siglo XX, que es similar a la forma de vida en otros países de Latinoamérica. La posibilidad de aligerar la pobreza, estando al servicio de los poderosos, de los dueños del poder económico, que también lo son del poder político, a través de sus testaferros.

El monologo sigue. El maniquí “escucha” sentado. La violencia verbal fluye cual río caudaloso que atraviesa por el húmedo y cálido caribe.

Una obra con una sola actriz. En el teatro todos son espectadores y, quizá, muchos de ellos y ellas actores y actrices de la misma obra en la vida cotidiana.


Título: Diatriba de amor contra un hombre sentado
Autor: Gabriel García Márquez
Editorial: Grijalbo Mondadori
Edición: Primera, primera reimpresión, 1995.

Puesta en escena -resumen-:

lunes, octubre 31, 2016

El amasiato



El título de esta crónica-ensayo sugiere una relación entre un hombre y una mujer, que ésta es oculta para evitar el “qué dirán”. No es así. Se trata de una narrativa de las relaciones ocultas entre fuerzas y personajes del poder político en México. Cómo se negocia para obtener votos que lleven al triunfo a un candidato y lo que hace éste desde el poder para pagar el “favor” del que resultó beneficiado. Álvaro Delgado nos describe lo que llegó a saber de una reunión secreta entre el entonces candidato a la presidencia Felipe Calderón Hinojosa –del Partido Acción Nacional- y el gobernador, en aquellos día, del Estado de México, y luego candidato y presidente de la México. El “favor” y su pago.

Describe el autor lo que le confió uno de los personajes que propiciaron el encuentro secreto. El tema principal del encuentro fue pactar el apoyo con varios miles de votos para favorecer en la elección del 2006 al candidato panista. Éste accedió al poder de forma muy dudosa y cuestionada por decisión del Tribunal Federal Electoral. El “favor” fue pagado seis años después. Así, desde el gobierno federal panista se apoyó la candidatura de Enrique Peña Nieto, actual presidente de México, en 2012.

No es la ideología, sí es que la hay. Son los intereses muy concretos de una minoría que controla el poder político, para favorecer a los poderosos económicamente, lo que movió a estos personajes, que ocuparon y ocupan la presidencia de México. Los detalles, antecedentes y desenlaces los va narrando el autor en las condiciones y los contextos en que ocurrieron.

Bajo estas circunstancias, la democracia plena en México es todavía una aspiración de millones de ciudadanos. Han decidido su destino grupos de interés que se han presentado con las siglas de un partido y de otro. La democracia está aún por construirse para el pleno ejercicio de la voluntad de los ciudadanos.

Un libro para acercarse a las entrañas del poder en México. De la corrupción en su más elevado nivel.

Título: El amasiato
Autor: Álvaro Delgado
Editorial: Ediciones Proceso
Edición: Primera, mayo 2016.

domingo, septiembre 25, 2016

Los presidentes



En las penúltimas décadas del siglo XX, el día inicial de septiembre era el “día del presidente”. Lo que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos –Ley suprema- establece como un acto republicano: que el presidente de la República comparezca ante el Congreso de la Unión y presente un informe de la situación de la Nación, fue convertido en un acto de culto al presidente en turno. Varios de esos presidente fueron sujetos de los artículos, entrevistas y comentarios de Julio Scherer García, autor de este libro, que nos acerca a estas figuras del poder.

En una narrativa que va de los años sesentas del siglo XX a la primera década del siglo XXI, el autor nos va presentando a los presidentes en el ejercicio de su inmenso poder, varios de ellos más allá de lo que las leyes les otorgaban. Así van apareciendo en estas páginas: Adolfo López Mateos, Gustavo Días Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Pacheco, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León –presidentes del siglo XX y postulados por el Partido Revolucionario Institucional, Pe erre i-, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa–postulados por el Partido Acción Nacional- y el actual Enrique Peña Nieto del Pe erre i.

El periodista describe escenas que presenció, que se enteró por entrevistas con colaboradores cercanos y por diálogos directos con los presidentes. Destacadamente se refiere a dos de ellos. Luis Echeverría por su aparente lealtad a quien lo hace llegar a la presidencia, su predecesor Díaz Ordaz –quien asumió ante el Congreso de la Unión la responsabilidad por los sucesos de 1968 en que murieron decenas de estudiantes-, y luego se transforma en un personaje con un discurso de apertura democrática y que en los hechos no cumple. Él es señalado como responsable de los hechos que provocaron la ruptura en la cooperativa que editaba el diario Excélsior y cuya dirección el autor tuvo que abandonar en 1976. También señalado con responsable del ataque a estudiantes que protestaban en la ciudad de México el 10 de junio de 1971. La historia los juzga, ya que la fiscalía especial que se constituyó en el gobierno de Vicente Fox, a inicios de este siglo, no pudo consignarlo por los crímenes que se le atribuyen.

Uno de los personajes a quien describe de cerca es a su lejano primo José López Portillo. Señala sus frivolidades y las de su familia, con quienes compartió el poder emanado de la silla presidencial. El manejo discrecional de la publicidad del gobierno federal para no otorgar ésta a medios que le eran adversos, como el caso del semanario Proceso –que el autor y un grupo de periodistas fundó al salir de Excélsior-. El nepotismo materializado en su hermana –Margarita- y su hijo –José Ramón-.

Luego un personaje gris, De la Madrid, que quedó totalmente opacado ante la acción ciudadana que reaccionó ante el desastre del terremoto ocurrido el 19 de septiembre de 1985 y que destruyó gran cantidad de edificaciones en el centro de la capital.

Enseguida el ambicioso de poder Salinas de Gortari. Entregó bienes nacionales a particulares con la promesa de crecimiento económico. La sorpresa fue inmensa, ya que su periodo terminó con asesinatos hasta ahora no aclarados del todo –Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia, y José Francisco Ruiz Massieu, secretario general, ambos de su mismo partido- y el levantamiento armado de indígenas de Chiapas agrupados en el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Y el desastre económico al inicio del siguiente periodo presidencial.

Zedillo no previó ser presidente y llegó a serlo. Inició con una gran devaluación de la moneda –el peso pasó de 3 a más de 8 por dólar-. Aumento de impuestos, festinados en el congreso con señales obscenas del diputado dirigente del partido del presidente –la roqueseñal-. Finalmente la pérdida de la presidencia en la siguiente elección.

Llegó Fox. La esperanza del cambio prometido fue minando a medida que pasaban las semanas y los meses. Casi nada de lo prometido en campaña se cumplió. Y se agregó a la imagen presidencial la de “la presidenta”. La ambición de la esposa del presidente fue visible. La corrupción siguió. Y sigue. Fox es señalado como traidor a la democracia.

Luego Calderón. Señalado por algunos de sus amigos y correligionarios como dipsómano. Ascendió al poder sin tener la certeza plena de que triunfó en las urnas. Sacó a los militares de sus cuarteles a una guerra contra el narcotráfico. Miles de muertos en las calles. El menor crecimiento económico en la historia moderna de México, contra lo prometido en campaña.

De regreso el Pe erre i en la persona de Peña Nieto. Siguen los militares en las calles. Sigue el bajo crecimiento. Sigue la corrupción.


Título: Los presidentes
Autor: Julio Scherer García
Editorial: Grijalbo - Proceso
Edición: Segunda, mayo de 2016.

domingo, agosto 28, 2016

En el verano, la tierra



México es un país de pueblos originarios, que fueron migrantes cuando se fue poblando el mundo, e inmigraciones de Europa, Medio Oriente, África y en menor medida Asia. Esta novela recrea una de esas migraciones. En los primeros años del siglo XX, partieron de Líbano migrantes en busca de buenas condiciones para vivir. Una historia familiar de esos migrantes es la que nos narra Carlos Martínez Assad en este libro.

Los viajes intercontinentales, a principios del siglo pasado, eran en buques que cruzaban los océanos. Así se viajaba de puertos de Europa a América. De esa forma llegaron los inmigrantes libaneses que se quedaron en México y sus descendientes nacieron mexicanos e hicieron de éste su país.

Las condiciones de pobreza económica, guerras con motivos religiosos y geopolíticos fueron la causa de que familias enteras o parte de ellas dejaran su tierra de origen hacia tierras desconocidas del otro lado del inmenso mar. Así una parte de la familia protagonista de la obra de Martínez Assad –quizá sus ascendentes familiares mismos- llegan al puerto de Veracruz. Por la costa del Golfo de México llegan a Tuxpan, luego a la región huasteca y se establecen en Huejutla, ahí se dedican al comercio. Prosperan.

Transcurre la Revolución Mexicana. Esta convulsión social los rodea, trastoca su vida diaria como la de millones de mexicanos. Sobreviven y la vida sigue transcurriendo. Algunos de los descendientes se van a la capital del estado de Hidalgo, donde ya hay familias libanesas establecidas. El comercio de telas y accesorios para la confección de ropa sigue siendo su principal actividad comercial.

Un joven descendiente de una de esas familias libanesas viaja a Francia y ahí se encuentra con una joven francesa, con quien se relaciona. Ambos viajan a Líbano -el país de sus ancestros-. Difícil el viaje en medio de la guerra del medio oriente. Llegan a su destino y la paz es un anhelo. Se acercan a la vida diaria de los libanes de fines del siglo XX.

Es la vida en uno y otro lado del mundo al principio y fin del siglo XX.


Título: En el verano, la tierra
Autor: Carlos Martínez Assad
Editorial: Seix Barral
Edición: Primera, enero de 2014.

miércoles, junio 29, 2016

Los demonios del Edén

El poder que protege a la pornografía infantil



El título sugiere un mundo al revés, toda vez que en el Edén se sabe, por el relato bíblico, existía el paraíso. Las historias que narra en este libro la periodista Lydia Cacho sucedieron la mayor parte del tiempo en un lugar parecido al paraíso, pero para sus protagonistas infantes y adolescente fueron como asomarse al infierno.

En las últimas décadas del siglo XX el gobierno mexicano propició el desarrollo de un nuevo centro vacacional en el sureste, aprovechando las quietas aguas y de poca profundidad que dan al mar Caribe. Así fue desarrollado Cancún. Llegaron a poblarlo de varias partes del país y de otros lugares del mundo, por lo que como en el resto de las ciudades mexicanas existe la pobreza y la riqueza a corta distancia. Familias o jóvenes de ambos sexos que formaron familias llegaron para realizar los trabajos menos remunerados. También llegaron inmigrantes que ya habían vivido en otros lugares del país.

Uno de los inmigrantes que llegó a Cancún fue Succar Kuri. Originario de Líbano que ya había vivido con familiares en León, Guanajuato, que lo rechazaron por lo que se cambió a vivir a Acapulco, Guerrero y de este puerto turístico llegó al Caribe mexicano, previa detención para su deportación que fue evitada por su paisano libanés Kamel Nacif. Así Kuri se presenta como empresario e inicia pequeños negocios, luego expande su actividad al hospedaje de turistas, lo que le da cobertura para sus delitos.

De las familias pobres de Cancún Kuri va reclutando niñas que invita a su conjunto de suites, para que naden en la alberca y las agrada con pequeños obsequios, también invita a niños. Luego las aísla, solas o en parejas y las va sometiendo a sus perversiones sexuales con las que realiza un gran negocio.

El libro describe cómo es el negocio de la trata de personas, con énfasis en los casos de niñas y niños, para lo que Kuri recibía apoyo de personas encumbradas en el poder político, así como la pornografía infantil que genera grandes ganancias a sus productores y distribuidores, lo que también hacía Kuri.

Por señalar esta grave situación que vivían en el paraíso mexicano infantes y adolescentes la autora es acusada por el que protegió a Kuri de su deportación, Nacif. Éste con la ayuda del gobernador de Puebla, Mario Marín –conocido como el gober precioso-, donde ha desarrollado un emporio basado en la confección de prendas de mezclilla, logra que la periodista sea detenida en Cancún y trasladada a Puebla para su juicio por autoridades controladas por el gober precioso. Ésta situación hace que su caso sea conocido en todo el país y el mundo. Por la presión de asociaciones de periodistas y defensores de derechos humanos Lydia Cacho obtiene su libertad.

El pederasta Kuri es acusado por la procuraduría, se fuga y finalmente es detenido por la Interpol en el estado de Nuevo México en EE UU. Es extraditado y sometido a juicio en México. Se le fija una sentencia reducida que él apela. Su juicio es revisado y la pena que se le impone por la gravedad de los delitos que cometió en contra de niñas, niños y adolescentes, destruyéndoles su presente y provocándoles un futuro incierto y muy difícil es de más de ocho décadas. En las investigaciones es mencionado como muy cercano a Kuri y sus acciones de pederastia el que ha resultado electo gobernador de Veracruz, Yunes Linares -también de origen libanés-.

La primera edición de este libro fue publicada a mediados de la primera década de este siglo. En estos días difíciles de la vida de México, con este libro, en una edición revisada y aumentada, la revista Proceso y la editorial Grijalbo iniciaron la publicación de una colección denominada México roto, que aborda la historia reciente del país y sus problemas que se agravan y dificultan la vida de los mexicanos.


Título: Los demonios del Edén
Autora: Lydia Cacho
Editorial: Proceso - Grijalbo
Edición: Primera en la colección México roto.

sábado, abril 30, 2016

Mundo y vida de grandes artistas



Cómo fue la vida de Degas, Cézanne, Monet, Rodin, Renoir, Rosseau, Van Gogh y de otros artistas de todas las épocas de la historia del arte del mundo es lo que nos entrega el autor –Paul Westheim-, así como los rasgos principales de sus respectivas obras en una colección de ensayos que nos acercan a 53 artistas de todos los tiempos.

El autor, amigo de algunos de los artistas cuya vida y obra reseña, nos abre una ventana para ver de cerca las distintas épocas de la historia del arte y la vida, así como la obra, en particular de estos singulares personajes que son recordados por su legado que se conserva en museos de diversas ciudades del mundo.

Un acercamiento a épocas que marcaron hitos en la historia no solo del arte sino de la humanidad en su conjunto. Un repaso desde el siglo XIII hasta el siglo XX. Desde Giotto de Bondone (1266-1337) hasta Henry Moore (1898-1986).

La casi totalidad de los artistas abordados son europeos. De ese arte se nutrió –y se sigue nutriendo- también el arte mexicano desde los siglos XVI hasta nuestros días, aun cuando no se incluye en esta obra a ningún artista de nuestro país.

Poder acercarse a la vida y obra de artistas de otras latitudes y otras épocas nos ayuda a comprender la historia de la humanidad. Algunos de ellos de noble y rica cuna y otros de humilde y pobre origen, todos aportaron al arte del mundo. De entre ellos me impactan la vida y obra del italiano Modigliani y del holandés Van Gogh, de familia opulenta el primero y que murió en la pobreza, el segundo apoyado por su hermano también vivió y murió pobre. La grandeza de su obra los acerca y su arte es un gran legado.

Sin duda un libro ágil de leer para tener un panorama de quienes hicieron el arte en los penúltimos 8 siglos.


Título: Mundo y vida de grandes artistas
Autor: Paul Westheim
Editorial: Fondo de Cultura Económica, Biblioteca Joven
Edición: Primera, 1985. Dos tomos.

sábado, marzo 12, 2016

Se busca un alma

Retrato biográfico de Francisco Toledo



Un libro que explora la vida del artista plástico Francisco Benjamín López Toledo es lo que nos entrega Angélica Abelleyra en este conjunto de relatos que constituyen un estudio biográfico del reconocido y controvertido artista mejor conocido con Francisco Toledo.

Oriundo de la ciudad de México por circunstancias de ubicación de sus padres, originarios del istmo de Tehuantepec, luego residente en Minatitlán, al sur de Veracruz, Francisco Benjamín llegó siendo adolescente a la ciudad de Oaxaca de Juárez. Se inscribió en la única escuela de artes de aquella época –mediados del siglo XX-, la de la Universidad Benito Juárez.

El adolescente vivió con algunas tías. Gustaba del dibujo. Tenía y sigue teniendo un gran interés por los libros de arte. Gran parte de su tiempo lo pasaba en la biblioteca de la escuela. El reducido acervo que fue viendo y leyendo lo introdujo en el mundo del arte y de los artistas.

Joven partió de México con destino a París. Allí vivió en la ciudad universitaria, compartiendo la habitación con estudiantes de otros países. También allí se relacionó  con el gran pintor oaxaqueño Rufino Tamayo y el poeta -entonces funcionario diplomático- Octavio Paz. Además de Francia, estuvo en otros países de Europa por cortas temporadas.

Regresó a México ya como un artista que había definido su manera de hacer arte gráfico. Su arte tiene un dibujo muy elaborado. Reproduce con tu trazo las vivencias de su infancia, la zoología, los insectos y una carga erótica con énfasis en los falos y las vulvas.

Vivió en Juchitán, de donde él se siente originario. Participó en un incipiente movimiento por el rescate de la historia y tradiciones de esa región a través de la Casa de la Cultura de Juchitán y de la revista Guchachi Reza -Iguana partida. También apoyó la conformación de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo –COCEI- que combatió el cacicazgo que el Partido Revolucionario Institucional en el poder ejercía en esa región, como en todo México. Al ver amenazada su integridad partió de nuevo a Europa.

A su regreso a México se estableció en la ciudad de Oaxaca de Juárez. Participó en la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca –en una casona colonial conocida como Casa de Cortés, ésta no tiene que ver con el conquistador español-. Fundó el Centro Fotográfico Álvarez Bravo y la Biblioteca Braille Jorge Luis Borges. La institución de mayor realce que ha creado es el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca –IAGO, éste fue donado en 2015 al Consejo Nacional de Culturas y Artes, Conaculta-. El acervo de este centro, con varios miles de ejemplares, tiene la mayor biblioteca de arte de América Latina y un gran conjunto de obra gráfica de artistas de varios países, todo ello donado por el artista.

Se incluyen citas sobre la opinión de críticas de arte como Raquel Tibol y Teresa del Conde sobre el arte del maestro. También se incluyen fragmentos de lo que han escrito sobre su obra en publicaciones de Europa –Reino Unido, España y Francia- a propósito de exposiciones que se han presentado en sendos países.

Francisco Toledo, junto con otros artistas y personalidades, ya lleva varios años impulsando el rescate del patrimonio histórico, cultural y natural de Oaxaca a través de un patronato denominado Pro-Oax.

Su labor no es aceptada por toda la población. Existen personajes en la política y el poder económico que lo critican utilizando algunos medios de comunicación locales, impresos y de radio. Esta crítica permea en algunos sectores de la población. Sin embargo Toledo sigue firme en sus acciones.

Un libro para ver –incluye fotografías del artista en su niñez, juventud y madurez, así como algunas obras que ha realizado- y leer sobre la vida de un personaje icono de Oaxaca.



Título: Se busca un alma
Autora: Angélica Abelleyra
Editorial: Plaza y Janés
Edición: Primera, noviembre de 2001.




martes, marzo 08, 2016

Rodolfo Morales

El señor de los sueños



El prólogo está escrito por el periodista argentino, que publica regularmente en diarios de EE UU, Andrés Oppenheimer. Dice él en el primer párrafo: “… creo que Morales será el artista de fines de siglo XX y comienzos del siglo XXI que pasará a la historia como el pintor por excelencia del alma de México…”. Sobre la vida de este artista oaxaqueño, nacido en Ocotlán de Morelos, nos entregó este libro la crítica de arte Martha Mabey.

Rodolfo Morales nació en Ocotlán de Morelos, pueblo de los Valles Centrales de Oaxaca, en la tercera década del siglo XX. En aquellos años el medio moderno de transporte de este pueblo al resto del mundo era el ferrocarril. Ocasionalmente aterrizó un avión en las cercanías del pueblo, esta anécdota forma parte de los recuerdos de infancia que el artista platicó a la autora. Los sitios principales del pueblo eran, y lo son aún, el jardín o plaza central, la estación del ferrocarril –ya desaparecido-, la iglesia y el mercado, éste muy especialmente los días de tianguis en que de las poblaciones cercanas acudían sus pobladores –indígenas- a vender sus productos y proveerse de lo necesario para la vida diaria.

Durante su infancia Rodolfo, cuenta a la autora, que acudió a la escuela –su madre fue maestra-. De esa época de su vida recuerda con especial interés los días de mercado, por la cantidad de personas que concurrían al lugar y la variedad de productos que se expendían. Recuerda la llegada del tren y el aterrizaje súbito de un pequeño avión que ya no pudo despegar. El paisaje, llanuras extensas rodeadas de montañas son el marco del pueblo, bajo un cielo azul intenso.

Poco interés le despertó la escuela. No le atraía el trabajo de carpintería del taller de su padre. Prefería recortar figuras, dibujar y asistir a la iglesia, especialmente a las celebraciones dominicales. Su personalidad reservada y de gustos un tanto distintos de la mayoría de los niños y luego adolescentes lo llegó a señalar como “el tonto del pueblo”. Gustaba de preparar altares para las fiestas religiosas, hacer papalotes para que los niños volaran al finalizar el invierno cuando soplaban fuertes vientos. Sus preferencias eran distintas. Vivía un tanto aislado.

En su juventud partió a la ciudad de México. Con el apoyo de su hermano ingresó a la Academia de Artes de San Carlos. Su propósito fue aprender a pintar y en general aprender artes. También en esta academia fue identificado como diferente, por no sujetarse a los cánones de la enseñanza que allí se impartía. Él tenía su manera peculiar de aplicar los colores y de hacer los dibujos, tenía su propia perspectiva.

De San Carlos obtuvo las bases del arte clásico. Obtuvo una plaza de maestro de dibujo en una escuela preparatoria de la Universidad Nacional y a esta enseñanza se dedicó varías décadas. Fue allí donde conoció a su compañera de docencia y luego amiga Ángeles Cabrera. Ella lo impulsó para dar a conocer su obra pictórica al presentarlo con una galerista que le preparó su primera exposición individual en una galería de Cuernavaca, a la inauguración fue invitado Rufino Tamayo –pintor oaxaqueño también- quién otorgó entonces un reconocimiento a la obra expuesta. Éste es el punto de despegue de la carrera pictórica de Morales. Su obra fue bien recibida. Siguió otra exposición en la ciudad de México y luego otras en otras ciudades. La ciudad de México también le brindó la oportunidad de acercarse a otras manifestaciones artísticas como la música, especialmente la ópera, el teatro e incluso el cine. De allí partió a viajes a Europa y Sudamérica.

En la cuarta parte del siglo XX, jubilado de la enseñanza de dibujo, se trasladó para vivir en Oaxaca, la capital y su pueblo natal Ocotlán. Se alió con la naciente galería Arte de Oaxaca que comercializó su obra y él se dedicó a pintar. Con los recursos que iba obteniendo realizó una intensa labor altruista. Ésta la hacía mediante la restauración de conventos y templos de la época novohispana en pueblaciones del Valle de Oaxaca, iniciando por el exconvento de Santo Domingo de su propio pueblo. Restauró casas, una de ellas donde había vivido su infancia y sus padres rentaban una pequeña parte. Su casona de Ocotlán también fue habilitada para brindar servicios de cultura a los pobladores, especialmente a los niños y jóvenes. Allí también tuvo un estudio que alternaba con el que tuvo en las cercanías del exconvento de Santo Domingo de Guzmán en la capital oaxaqueña.

La autora concluye su libro a finales del siglo XX. Rodolfo Morales falleció el 30 de enero de 2001. Trascendió al siglo XXI. Su obra, como señala Oppenheimer en el prólogo, marca un hito en la historia del arte de Oaxaca y de México.

El legado de Rodolfo Morales es su obra pictórica donde retrató a su pueblo, sus mujeres y
casonas de arquitectura novohispana, sus llanos y montañas con su cielo azul, el tren que llegaba regularmente, las novias voladoras que sueñan como el soñaba su pueblo, un pueblo con sus perros de la calle como otros pueblos de Oaxaca y de México. Queda también su labor de restauración, muchos dólares que recibió por sus pinturas están invertidos en esas reconstrucciones. Es Morales un ciudadano ejemplar.

En el primer mes de este año concluí la lectura de este libro, la inicié hace quince años -2001-, lo sé por el calendario que dejé como marcador de la lectura en la página que leí hasta entonces. Después de tres mudanzas el ejemplar estaba tal como lo empecé. Tarde pero sin sueño.


Título: Rodolfo Morales, el señor de los sueños
Autora: Martha Mabey
Editorial: Raya en el Agua
Edición: Primera, 24 de noviembre de 2000.


El autógrafo de la autora:



sábado, febrero 27, 2016

La guerra no tiene rostro de mujer



Un extenso reportaje sobre la memoria que las mujeres de la que fue la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas –URSS- guardan de la llamada Segunda Guerra Mundial. La autora se dedicó durante varios años a buscar a las mujeres exsoviéticas y luego a entrevistarlas para que compartieran sus recuerdos sobre sus vivencias en la que ellas denominaron la Gran Guerra Patria. Éste es uno de los libros que le dieron los méritos a Svetlana Alexiévich para que fuera reconocida con el Premio Nobel de Literatura en 2015.

A principios de la quinta década del siglo XX Europa se vio inmersa en una guerra cuyas causas y principio se atribuyen a los nazis que gobernaron Alemania. El afán de dominio de ellos los llevo a invadir varios países del este de Europa, entre ellos la desaparecida URSS. Existen muchos libros que describen las causas, el curso y desenlace la esa guerra. No existía uno que permitiera conocer la versión de las protagonistas que estuvieron en las trincheras o detrás de ellas. Este libro recoge esa versión de las mujeres soviéticas. Sus anhelos de libertad, su entrega a la defensa de su patria. Su participación en la primera línea de fuego de esa guerra que resultó muy costosa en vidas a varios países de Europa. Su participación en los aviones que atacaban a las tropas alemanas. Las mujeres que recogían a los heridos y se hicieron cargo de atenderlos en medio de tiroteos o de bombardeos. Mujeres que dispararon metrallas, que tripularon aviones, que condujeron ambulancias, que dirigieron pelotones de soldados. Mujeres soviéticas.

Adolescentes que tenían una vida normal cambiaron súbitamente sus vidas cuando el ejército alemán avanzó hacia Moscú. Se incorporaron a tareas militares. Jovencitas soldados. Uniforme en lugar de sus vestidos normales. Cabello corto en lugar de sus largas y rubias cabelleras. Sin maquillaje. Con coraje se incorporaron a la defensa de su país invadido. Y fueron parte del ejército que venció al ejército alemán y sus aliados. Muchas, como muchos hombres, no llegaron al día de la vitoria. La mayoría si alcanzó ese día.

El libro de Alexiévich recoge también las vivencias de estas guerreras después de la vitoria. La vuelta a la vida normal fue muy difícil para ellas. Se casaron, tuvieron hijos. Vivieron mutiladas, marcadas por la guerra. A algunas ver el rojo las trastorna. Vieron mucha sangre correr, cubrir arroyos y ríos, cubrir el manto blanco de la nieve. Vivieron la guerra y ya lo han contado.


Título: La guerra no tiene rostro de mujer
Autora: Svetlana Alexiévich
Editorial: Debate –Penguin Random House-
Edición: Primera en español, noviembre de 2015.

sábado, enero 02, 2016

Tamayo


Autorretrato de Rufino Tamayo, 1967
óleo sobre tela, 175 x 125 cm.
Museo de Arte Moderno, ciudad de México.


Rojos en varias tonalidades. Azules en múltiples variantes. Amarillo. Ocres intensa y escasamente terrosos. Y otra variedad de colores componen la paleta de Rufino Tamayo. Además de los colores de la paleta del célebre pintor oaxaqueño, J. Corredor-Matehos nos describe la figuración de su obra pictórica en este bello libro.

El libro comprende un texto del autor donde hace una descripción de la obra del artista, desde sus primeros años hasta los recientes a la escritura del libro, cuando ya era un personaje consagrado del arte de México y del mundo.

La descripción pictórica comprende las figuras de las obras y el colorido. El autor hace énfasis en los matices. La presencia continua del gris, como disuelto o en suspenso en muchos de los cuadros.

Desde la portada se destaca el rojo que tiende hacia un rosa mexicano que caracteriza varias de las obras de Tamayo. Tocador de flauta de 1983. Del cuadro irradia rojo y música.

El autor describe la figuración en los cuadros. Están ahí hombres y mujeres, animales, árboles y plantas, seres vivos. Especial referencia hace a la visión del cosmos que pinta Tamayo. La luna, las estrellas, las constelaciones y especialmente el sol por medio de la inmensa luz que irradia en muchas de sus obras. También están las rocas y el mar.

El libro comprende 187 ilustraciones de obras de Tamayo, desde Niños de 1924 hasta Mujer espectacular de 1987. Se incluye el Autorretrato que pintó en 1967.

Un libro para ver.


Título: Tamayo
Autor: J. Corredor-Matheos
Editorial: Ediciones Poligrafa
Edición: Primera, 1987.