domingo, julio 29, 2012

Si yo fuera presidente


Peña Nieto: El candidato de Televisa



Aspirar al cargo público más importante de una nación, sin duda, es muy trascedente para cualquier individuo que lo intente. Va más allá de sus anhelos y ambiciones personales. Está sobre cualquier interés personal de algún individuo el interés general y superior de la nación. ¿Concurrirán con esa convicción quienes aspiran al cargo de presidente mediante el sufragio de los ciudadanos? Está interrogante va encontrando respuesta en el libro escrito por Jenaro Villamil, publicado en los días previos a la elección presidencial de 1 de julio de 2012.

El breve texto aborda el caso de la candidatura de Enrique Peña Nieto, formalmente postulado por la coalición Compromiso por México, formada por las Partidos: Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México. Eso formalmente, ya que en la práctica iniciada años atrás el candidato lo es de la empresa Televisa y los poderes fácticos que representa.

A manera de reportaje, el autor refiere la situación prevaleciente en el Estado de México en el año 2005, cuando Peña Nieto asume la gubernatura, sucediendo a su tío y padrino político en cuyo gobierno colaboró en su primera mitad como responsable de las finanzas estatales. Tiene una gran problema: liberarse la pésima imagen que dejó su antecesor por haber llegado al gobierno con la publicidad de encarcelar a las ratas y atribuírsele el saqueo de las arcas públicas.

El incipiente gobernador encuentra una solución: El uso de los medios de comunicación y muy especialmente la televisión. Así se inicia el lavado de rostro de la clase política del Estado de México. Dinero de las arcas públicas para pagar información publicada en televisión y radio, como también en medios impresos, para dar una imagen de pulcritud y modernidad. Pura publicidad.

La empresa de televisión que a lo largo de décadas ha sido aliada de los gobiernos presenta, por medio de intermediarios, un plan extenso de promoción para la imagen del gobernador, incluyendo su aparición frecuente en la pantalla de Televisa, comentarios en programas de diversa índoles, como deportivos y de entretenimiento y publicaciones en revistas de la farándula del  mismo consorcio. Todo ello pagado con recursos del erario público y cuya información se reserva po nueve años.

Se traza un plan de mediano plazo. Limpieza de la imagen heredada del tío padrino político y luego se va creando en el teleauditorio la imagen de un gobierno eficaz, aderezado con tintes de telenovela, que para ello hay experiencia. Cualquier acción de gobierno es buen pretexto para mostrar al personaje en la pantalla y en las páginas de revistas. La acción de gobierno es lo que menos importa, lo importante para ese proyecto es la imagen repetidamente presentada, para hacerla cotidiana, casi familiar a los televidentes y lectores de revistas producidas por Televisa.

Y llega el día de nombrar candidato de partido del que se dijo soldado el segundo hombre fuerte de Televisa, llamado el Tigre, Emilio Azcárraga Vidaurreta. Hay negociaciones en el partido y se impone la telecracia, lo que piensen, opinen o propongan los militantes de ese partido no cuenta. Ya está al candidato con un rating elevado entre el teleauditorio.

No todo está bajo control. El candidato se presenta en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara y no sabe cómo responder a la pregunta ¿cuáles son los tres libros que le han marcado? Balbuceos, citas incorrectas, el ridículo. Al ridículo del candidato sigue la intervención en Twitter de su hija llamando a los usuarios de esa red: pendejos y envidiosos de la prole. El ridículo crece.

Inicia la campaña formal. El 11 de mayo el candidato es cuestionado en la Universidad Iberoamericana por la represión en Atenco en 2006. Responde como lo hiciera el tristemente célebre Gustavo Díaz Ordaz en 1968. Es rechazado y abucheado por los universitarios. Teniendo como fondo los gritos ¡fuera Peña, fuera Peña” sale de esa Universidad. Sus voceros en lugar de atemperar los ánimos, acusan a los universitarios de acarreados y porros. La respuesta la dan en un vídeo donde 131 alumnos de la Ibero se identifican y rechazan los calificativos que lea han lanzado los dirigentes del PRI Y PVEM.

El libro, muy breve, muestra a un personaje cuya imagen ha sido inventada y resaltada por la televisión y otros medios impresos. Es alguien muy distante de la calidad para ser presidente de una nación. Es un producto de la mercadotecnia. No tiene sustento. Bien lo expreso Carlos Fuentes semanas antes de fallecer: “tiene el derecho a no leerme. Lo que no tiene derecho es a ser Presidente de México a partir de la ignorancia”.

Hoy es domingo 29 de julio  2012. La elección se llevó a cabo el primer día del mes. Hay miles de pruebas de que la elección no fue libre y autentica, como lo establece la Constitución. Millones de mexicanos estamos convencidos de que la elección no debe declarase válida. Resolverá la solicitud en tal sentido el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. ¿Alcanzará a la decisión del Tribunal la nociva influencia de la televisión y medios afines o resolverá con justicia? Ya se verá


Título: Si yo fuera presidente
Autor: Jenaro Villamil
Editorial: Grijalbo – Proceso
Edición: Primera para #LaProle, junio de 2012


martes, julio 24, 2012

La gramática del tiempo

La persistencia de la memoria de Salvador Dalí


¿Es el tiempo lo primero del universo? Pasa inadvertido y continuo. Se sabe de su existencia por la ubicación del Sol o, más bien, de la tierra -nuestra casa común- respecto del Sol. Porque tenemos idea de ayer y antes, de ahora, de mañana y el futuro. Es éste un extenso ensayo sobre la cuestión del tiempo y su concepción en la vida del hombre –en tanto especie- y las sociedades, de la autoría de Leonardo Da Jandra.

Con cierto grado de conocimientos sobre el devenir del hombre sobre la Tierra y seguramente un buen acervo, el autor se fue a vivir en una playa excepcional en la costa del Pacífico oaxaqueño en Huatulco. Tangolunda es esa playa. Ahí vivió, entre el mar y la selva, sobre la arena, Da Jandra y de lo que observó en la forma de vivir de los pobladores se finales de la década de los sesentas y setentas del siglo XX fue haciendo sus conclusiones.

Una primera conclusión es cómo se fue generando a partir del estado de naturaleza –alimentarse de la caza y de la pesca- al estado de derecho –comprar los alimentos- entre los pobladores de esa costa oaxaqueña. Y la va comparando con lo ocurrido en otras latitudes y en otros tiempos, siempre del pasado.

Luego el autor diserta de los tres tiempos de la humanidad: preteridad presentaneidad y posteridad. Y así el tiempo se puede visualizar en tres partes. Todo lo que ya ha pasado. El instante presente. El futuro utópico o no. Cada hombre y cada sociedad interpreta el pasado –preteridad- de acuerdo a sus conocimientos y experiencias. Por ello cada hombre y sociedad vive el presente de manera distinta a los demás. Es un mismo instante y para cada quien es único. Por ello cada hombre y cada sociedad prevé el futuro de manera distinta –posteridad-.

Una sociedad se tornará distinta en el futuro por la acción de los posteros –los que piensan en la posteridad-, estará en su contra la reacción de los que quieren seguir en el pasado, en el pretérito y la indiferencia de quienes viven sólo el instante presente.

El tiempo y el espacio siguen siendo temas de estudio. En tanto personas en el espacio común -la Tierra-, disponemos del mismo tiempo. Cada día tenemos las mismas horas todos. Cómo las utiliza cada quien, es su propia decisión y circunstancia. Por ello la determinación del tiempo está basada en un acuerdo.

En México se respondía comúnmente en la ínsula del poder a la pregunta del jerarca ¿Qué hora es? La que usted diga señor presidente. Ahora, cada quien puede decir la hora que es. Y cada quien pensar cómo sería el futuro mejor. La cuestión es llegar a un acuerdo benéfico para todos.


Título: La gramática del tiempo
Autor: Leonardo Da Jandra
Editorial: Almadía
Edición: Primera, junio de 2009.

lunes, julio 16, 2012

Estas ruinas que ves


Escena de la película Estas ruinas que vez con Blanca Guerra


Cuévano es capital del estado de Plan de Abajo, sus habitantes aseguran: modestia aparte, somos la Atenas de por aquí, aunque también, al mostrar la ciudad a los visitantes dicen: Esto que usted ve aquí, no es más que rastrojo de lo que fue, para evitar ofender al anfitrión un buen visitante exclamaría: ¿pero cómo rastrojo, sí esta ciudad es una joya?

El narrador y protagonista, Francisco Aldebarán, hijo de ilustres cuevaneneses, regresa a su ciudad natal procedente de la capital, viajando en ferrocarril, para ser profesor de la Universidad, hospedándose en el Gran Hotel. Un día memorable y afortunado para la Universidad de Cuévano es invitado a un banquete en el que el gobernador del estado, además de inaugurar una casona reconstruida para anexarla a la Universidad, rendiría homenaje a uno de los siete sabios de Grecia, que solamente eran seis y no griegos, además de haber dominado siempre la casa de estudios. El homenajeado había sido rector, al presentarse, por una confusión le niegan la entrada, no aceptando disculpas posteriores se niega a entrar y renuncia, y con él los otros sabios. El acontecimiento se recuerda como afortunado para la Universidad.

Un día, con el encargo de valuar la biblioteca del inventor, ya fallecido, Leonardo Begonia, visita la casa que fue de él acompañado de su alumna Gloria. Las hermanas Begonia le permiten el acceso por tratarse del bisnieto de un ilustre cuevanense y así conoció estos extraños aparatos: El opticuario, consta de tres lentes y un agujero para meter la cabeza, aunque hasta le fecha nadie sabe cómo funciona, ni para qué sirve; el fonóstato, que permite grabar los sonidos en un cono de cera y después los reproduce casi idénticos; el magnetófono, que sirve para comunicarse; y el grafógrafo que consta de dos plataformas y sirve para escribir y dibujar en dos hojas de manera simultánea.

Y siguen el gran anecdotario cuevanense que es este libro de Ibargüengoitia que fue llevado al cine.


Finalmente, hay una celebración de fin de curso en casa de Espinoza –amigo y colega de Aldebarán- y Sarita, su esposa, con música y baile de despedida porque se van de vacaciones. Súbitamente Rocafuerte –otro cuevanense- y Gloria deciden casarse, causando una gran decepción en Aldebarán que vivía enamorado de ella, sin poder decírselo porque supuestamente estaba enferma del corazón.

Este anecdotario es como una colección de retratos de la sociedad del Bajío.

Plan de Abajo es la figura literaria que el autor inventó para referirse a Guanajuato. Éste es uno de los cuatro estados de la República que otorgó más votos a Josefina Vázquez Mota en la reciente elección presidencial. Conservadurismo arraigado. Recuerdo permanente de cristeros en acción. Y residencia del expresidente, traidor a la democracia, Vicente Fox.

Al estar empacando los libros para el próximo viaje, me encontré entre mis apuntes esta reseña, que aquí he abreviado, que escribí en agosto de 1987, cuando residía en Tampico y compartía mis lecturas en el Club del Libro que formamos varios compañeros y amigos allá. El ejemplar que leí, hoy no sé dónde está.


Título: Estas ruinas que ves
Autor: Jorge Ibargüengoitia
Editorial: Joaquín Mortiz
Edición: ¿   ? 1981