lunes, julio 16, 2012

Estas ruinas que ves


Escena de la película Estas ruinas que vez con Blanca Guerra


Cuévano es capital del estado de Plan de Abajo, sus habitantes aseguran: modestia aparte, somos la Atenas de por aquí, aunque también, al mostrar la ciudad a los visitantes dicen: Esto que usted ve aquí, no es más que rastrojo de lo que fue, para evitar ofender al anfitrión un buen visitante exclamaría: ¿pero cómo rastrojo, sí esta ciudad es una joya?

El narrador y protagonista, Francisco Aldebarán, hijo de ilustres cuevaneneses, regresa a su ciudad natal procedente de la capital, viajando en ferrocarril, para ser profesor de la Universidad, hospedándose en el Gran Hotel. Un día memorable y afortunado para la Universidad de Cuévano es invitado a un banquete en el que el gobernador del estado, además de inaugurar una casona reconstruida para anexarla a la Universidad, rendiría homenaje a uno de los siete sabios de Grecia, que solamente eran seis y no griegos, además de haber dominado siempre la casa de estudios. El homenajeado había sido rector, al presentarse, por una confusión le niegan la entrada, no aceptando disculpas posteriores se niega a entrar y renuncia, y con él los otros sabios. El acontecimiento se recuerda como afortunado para la Universidad.

Un día, con el encargo de valuar la biblioteca del inventor, ya fallecido, Leonardo Begonia, visita la casa que fue de él acompañado de su alumna Gloria. Las hermanas Begonia le permiten el acceso por tratarse del bisnieto de un ilustre cuevanense y así conoció estos extraños aparatos: El opticuario, consta de tres lentes y un agujero para meter la cabeza, aunque hasta le fecha nadie sabe cómo funciona, ni para qué sirve; el fonóstato, que permite grabar los sonidos en un cono de cera y después los reproduce casi idénticos; el magnetófono, que sirve para comunicarse; y el grafógrafo que consta de dos plataformas y sirve para escribir y dibujar en dos hojas de manera simultánea.

Y siguen el gran anecdotario cuevanense que es este libro de Ibargüengoitia que fue llevado al cine.


Finalmente, hay una celebración de fin de curso en casa de Espinoza –amigo y colega de Aldebarán- y Sarita, su esposa, con música y baile de despedida porque se van de vacaciones. Súbitamente Rocafuerte –otro cuevanense- y Gloria deciden casarse, causando una gran decepción en Aldebarán que vivía enamorado de ella, sin poder decírselo porque supuestamente estaba enferma del corazón.

Este anecdotario es como una colección de retratos de la sociedad del Bajío.

Plan de Abajo es la figura literaria que el autor inventó para referirse a Guanajuato. Éste es uno de los cuatro estados de la República que otorgó más votos a Josefina Vázquez Mota en la reciente elección presidencial. Conservadurismo arraigado. Recuerdo permanente de cristeros en acción. Y residencia del expresidente, traidor a la democracia, Vicente Fox.

Al estar empacando los libros para el próximo viaje, me encontré entre mis apuntes esta reseña, que aquí he abreviado, que escribí en agosto de 1987, cuando residía en Tampico y compartía mis lecturas en el Club del Libro que formamos varios compañeros y amigos allá. El ejemplar que leí, hoy no sé dónde está.


Título: Estas ruinas que ves
Autor: Jorge Ibargüengoitia
Editorial: Joaquín Mortiz
Edición: ¿   ? 1981

1 comentario:

Eleonaí dijo...

Ejemplar encontrado. Es de la primera edición de 1975.