domingo, noviembre 23, 2008

Diego y Frida


Es una narración intensa de la mucho más intensa vida de la celebre pareja formada por la pintora Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, de Jean Marie Gustave Le Clézio, conocedor, quizá, mucho más que muchos sobre la cultura mexicana.


En la segunda década del siglo XX, concluida la Revolución Mexicana, surge el muralismo como expresión pictórica, como arte que sus creadores encabezados por Diego Rivera plasman en muros de edificios públicos. Recreando el pasado, retratando el presente de entonces y el futuro anhelado, con mejores condiciones de vida para los obreros y los campesinos, para los que hacen con sus manos y esfuerzo el trabajo diario que mantiene un país.


Describe Le Clézio las andanzas de Rivera por Europa –España y Francia- para aprender las nuevas expresiones pictóricas que allá se generan. Su participación en la vida artística y bohemia de París. Su vuelta a México al prenderse Europa por la Primera Guerra Mundial –el mundo entonces se conceptuaba como Europa-. En suelo nacional su incursión en las cuestiones públicas por medio de su arte y de su participación política en el Partido Comunista Mexicano.


El encuentro de Frida y Diego es algo que el autor describe con detalle. Frida aparece en la vida de Diego. Él dedicado a la pintura de muros en edificios públicos, ella una estudiante “casi una niña” escribe Le Clézio. Una niña de mirada intensa que va descubriendo el mundo.


Frida, la estudiante de preparatoria, la integrante del grupo de “los cachuchas”, la amiga enamorada de Alejandro Gómez Arias –líder en 1929 por la autonomía de la Universidad Nacional-, la jovencita accidentada en un autobús que choca con un tranvía en el centro de la ciudad de México. Frida la que se recupera del accidente y se inicia en la pintura. La pintora de su sufrimiento y con él el del pueblo de México, dice el autor.


La boda del Elefante y la Paloma. Su incursión en Detroit donde pinta obreros y máquinas. Su estancia en Nueva York. La destrucción de su mural en el Centro Rockefeller. El escándalo que Diego aprovecha para difundir sus ideas revolucionarias. Otro escándalo, en la ciudad de México con motivo de anotar la frase del escritor mexicano del siglo XIX Ignacio Ramírez: Dios no existe, en su mural pintado en el Hotel del Prado Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central y por ello estar cubierto desde 1947 hasta 1956, cuando el pintor borra la frase.


Mucho más sobre la pareja Rivera – Kahlo, hasta su muerte.


Jean Marie Gustave Le Clézio recibirá este año el Premio Nobel de Literatura, así lo ha anunciado la Academia Sueca. Francés de origen, ciudadano del mundo. Vivió en México y llegó a conocer mucho de la cultura nacional. Este libro es la visión, por sus investigaciones y lecturas, de un gran escritor actual sobre dos de los personajes que más han aportado a la cultura mexicana y son orgullo nacional.



Título: Diego y Frida

Título original: Diego et Frida

Autor: Jean Marie Gustave Le Clézio

Traductor: Manuel Arbolí

Editorial: Diana

Edición: Primera, noviembre de 1993. Novena impresión, febrero de 2003.



En la imagen, un fragmento de una replica, que está en una pared al aire libre en Tlaquepaque, Jalisco –occidente de México-, del mural que pintó Diego Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. En éste aparece con Frida, con su indumentaria de tehuana, él de niño, junto al héroe cubano José Martí y la Catrina con su creador el grabador José Guadalupe Posada-.



Anteayer, la Presidenta de Chile Michelle Bachelet inauguró en Santiago la exposición Frida y Diego, vidas compartidas. Los chilenos tienen la oportunidad de conocer la obra de estos personajes como un acercamiento entre latinoamericanos. Lo penoso para los mexicanos es que en la inauguración de esa exposición haya estado el espurio que ocupa la presidencia mediante un fraude electoral, por lo que no nos representa. Frida y Diego dos destacados de la izquierda mexicana, muertos hace más de medio siglo, mediante su obra son una digna representación. La derecha, a la que pertenece el espurio, no tiene personajes de esa dimensión.



2 comentarios:

marichuy dijo...

Elonai

Ya lo creo, más de un extranjero conoce -y aprecia- mucho más nuestra cultura, que nosotros los mexicanos.

Por cierto, me acabo de comprar mi primer libro de Monsieur Le Clézio: "El pez dorado". A ver que tal.

Saludos

Clarice Baricco dijo...

No lo he leído ni al ganador. Tendré que pedirle un librito de èl a los reyes magos.
Bien por tu reseña.

Abrazos.