domingo, abril 18, 2010

Fortunato Harp


El mundo se fue poblando por migraciones. En algún tiempo de la historia o prehistoria se fueron conformando los países, las nacionalidades. En otra ocasión posterior de inventaron los pasaportes y las visas para ir de un país a otro. Y así los seres humanos siguen y seguirán migrando. En varias de las ciudades de México hay migrantes de origen libanes. Los hay en el puerto de Veracruz, por donde han llegado las migraciones que podrían documentarse históricamente, las primeras migraciones fueron de caminantes que venía del norte, en Xalapa, Oaxaca y la ciudad de México. Algunos llegan a ser muy influyentes en la economía y en la política, o en ambas.


El autor, Manuel Esparza, nos escribe en primera persona algunos de los recuerdos que de su vida le fue relatando Fortunato Harp. Aclara que su nombre es Assad que significa fortuna. Libanes de nacimiento llegó a Oaxaca cuando era adolescente, con toda su familia. Uno de sus hermanos de nombre Alfredo es el padre de Alfredo Harp Helú –AHH, éste es primo de Carlos Slim Helú –CSH-, el hombre más rico de México y tal vez del mundo-. Entre sus recuerdos narra la enfermedad y fallecimiento de su hermano Alfredo y el apoyo que él dio a su familia, especialmente recuerda al entonces pequeño AHH –AHH fue uno de los propietarios de Banamex y uno de los diez más ricos de México-. Describe a Julián Slim –padre de CSH- como avaro y nada solidario con sus sobrinos huérfanos.


Parte de su vida transcurrió detrás de un mostrador de venta de ropa. Recorrió la mixteca, parte de la sierra norte y la costa de Oaxaca, vendiendo al mayoreo sus productos: ropa y calzado, que a su vez él compraba a otros libaneses asentados en Puebla y la capital.


Ejerció liderazgo entre los comerciantes de Oaxaca, Presidió la Cámara de Comercio y como tal tuvo trato con los políticos de varias épocas. Apoyó a grupos estudiantiles en contra de uno de los gobernadores. En otra ocasión apoyó al gobernador –Manuel Zarate Aquino- en contra de los estudiantes, profesores y padres de familia de la Universidad. Escribe dudando que haya habido un muerto –Ricardo Pérez Hernández- al ser atacada una manifestación universitaria por la policía, lo que en su momento –marzo de 1977- documentó toda la prensa nacional. De su relación con la Universidad, en la que no estudio, dice haber convencido al entonces presidente Luís Echeverría de que cediera una edificio para la escuela de Comercio y Administración. También asegura que como miembro del patronato él suscribió las escrituras de adquisición de los terrenos de la Universidad Regional del Sureste –formada por una escisión en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca-, aportando dicho patronato dos millones de pesos y otros dos que consiguió con el gobernador general Eliseo Jiménez Ruíz, quien llegó a relevar a Zarate Aquino.


Asegura que sin haber sido miembro del Partido Revolucionario Institucional –PRI- coordinó la campaña para gobernador de Alfonso Pérez Gasga. Que le ofrecieron ser presidente municipal de Oaxaca de Juárez, pero al poner como condición integrar el cabildo con puros comerciantes no hubo acuerdo.


Con los jerarcas de la iglesia católica dice haber tenido excelentes relaciones. Describe la ocasión que prestó un automóvil descapotable para recibir a un obispo.


Las biografías ayudan a entender momentos históricos. Sin duda que es interesante saber sobre la vida de alguien que influyó en las decisiones que afectaron a una comunidad.


Un reflejo del poco interés en la lectura es el pequeñísimo tiraje de este libro, sólo 350 ejemplares, seguramente menos que los socios de la Cámara de Comercio de Oaxaca, que alguna vez encabezó Fortunato Harp.



Título: Fortunato Harp

Autor: Manuel Esparza

Editorial: Centro INAH Oaxaca y Carteles Editores

Edición: Primera, 2008.


En la imagen, centro histórico de Oaxaca de Juárez. Al fondo el edificio que Fortunato Harp construyó al derruir una de las casonas originales, deteriorando la imagen urbana de la ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad.

1 comentario:

marichuy dijo...

Elonai

A mi me gusta que los pueblos se mezclen. Soy partidaria de ello, pues pienso que es bueno para el enriquecimiento cultural. Claro eso no evita que luego lleguen ciertas lacras, pero de esas, también acá la habrá. Este Fortunato debe ser pariente (abuelo quizá) de Susana Harp, la cantante.

Saludos