El Museo de Arte Contemporáneo -Marco- de Monterrey abrió cuatro de sus salas para presentar, a partir del 18 de febrero, una retrospectiva de la obra de Filemón Santiago. Ésta comprende tres etapas: La de formación en el Taller Rufino Tamayo de Oaxaca, la estancia por tres lustros en Chicago y el regreso a Oaxaca. El aprendizaje, la maduración y la creación meditada.
La pintura de Filemón Santiago evoca a la tierra y a los seres vivos que la habitan, seres humanos, animales y plantas. En su obra realizada en Chicago pinta a los obreros en su quehacer diario expuestos a las inclemencias de la industria, muestran esos obreros sus musculos, su fuerza, y son, en palabras de Filemón, "de nuestra misma raza".
Su dibujo es de trazo firme. Su paleta de colores nos acerca a las tonalidades de la luz sobre la tierra. La figura humana está presente en la mayoría de su obra.
Con su sencillez conversó, en la apertura de la exposición el jueves 18 por la noche, con el curador Guillermo Sepulveda. Narró su esperiencia infantil y cómo surgió en él el interés por la pintura. Sus vivencias en el Taller Rufino Tamayo que dirigió Roberto Doníz. Su decisión de liberarse del calificativo que uno de los lectores de noticias de la televisión de mediados de los años setentas del siglo XX, al llamar al grupo de su Taller "los Toleditos" y encontar su propio camino. Su acercamiento a la pintura de los grandes maestros en los museos de Chicago, y a otras artes en ciudades de EE UU. Migrante que pinta la migración y la nostalgia que el fenomeno provoca. Habló de sus conversaciones con Rodolfo Morales (fallecido en enero de 2001), recordó que una noche de eclipse lunar conversaba con él y al hacerse la oscuridad aullaron los perros y Morales le dijo: "ese que escuchas es Tamayo". Platicó de sus encuentros con Rufino Tamayo y sus disertaciones sobre el color. Recordó que le mostró su paleta y le dijo: "Mira, son pocos colores. El arte es hacer con éstos que el que vea la obra crea que son muchos".
Esta exposición es una muestra de la cultura de Oaxaca expuesta en Monterrey. Hace quince años el diario Reforma de la ciudad de México publicó varios ensayos sobre una visión de México en el año 2020, entre las conclusiones estaba que uno de los mejores escenarios para nuestro país sería: Tanta industria y tecnología como en Monterrey y tanta cultura como en Oaxaca. Para cultivo de los regios, el Marco aloja por estos días parte de la cultura de Oaxaca, que es de todo México.
El Marco editó un bello catálogo de la obra expuesta: 100 pinturas. Éste incluye una conversación del curador y el pintor, quienes se conocen desde los inicios de Filemón en la pintura.
La pintura de Filemón Santiago evoca a la tierra y a los seres vivos que la habitan, seres humanos, animales y plantas. En su obra realizada en Chicago pinta a los obreros en su quehacer diario expuestos a las inclemencias de la industria, muestran esos obreros sus musculos, su fuerza, y son, en palabras de Filemón, "de nuestra misma raza".
Su dibujo es de trazo firme. Su paleta de colores nos acerca a las tonalidades de la luz sobre la tierra. La figura humana está presente en la mayoría de su obra.
Con su sencillez conversó, en la apertura de la exposición el jueves 18 por la noche, con el curador Guillermo Sepulveda. Narró su esperiencia infantil y cómo surgió en él el interés por la pintura. Sus vivencias en el Taller Rufino Tamayo que dirigió Roberto Doníz. Su decisión de liberarse del calificativo que uno de los lectores de noticias de la televisión de mediados de los años setentas del siglo XX, al llamar al grupo de su Taller "los Toleditos" y encontar su propio camino. Su acercamiento a la pintura de los grandes maestros en los museos de Chicago, y a otras artes en ciudades de EE UU. Migrante que pinta la migración y la nostalgia que el fenomeno provoca. Habló de sus conversaciones con Rodolfo Morales (fallecido en enero de 2001), recordó que una noche de eclipse lunar conversaba con él y al hacerse la oscuridad aullaron los perros y Morales le dijo: "ese que escuchas es Tamayo". Platicó de sus encuentros con Rufino Tamayo y sus disertaciones sobre el color. Recordó que le mostró su paleta y le dijo: "Mira, son pocos colores. El arte es hacer con éstos que el que vea la obra crea que son muchos".
Esta exposición es una muestra de la cultura de Oaxaca expuesta en Monterrey. Hace quince años el diario Reforma de la ciudad de México publicó varios ensayos sobre una visión de México en el año 2020, entre las conclusiones estaba que uno de los mejores escenarios para nuestro país sería: Tanta industria y tecnología como en Monterrey y tanta cultura como en Oaxaca. Para cultivo de los regios, el Marco aloja por estos días parte de la cultura de Oaxaca, que es de todo México.
El Marco editó un bello catálogo de la obra expuesta: 100 pinturas. Éste incluye una conversación del curador y el pintor, quienes se conocen desde los inicios de Filemón en la pintura.
Desde el Marco, bajo la lluvia
1 comentario:
Linda foto.
Tienes buen ojo, insisto en decirlo.
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