viernes, agosto 16, 2013

Estrategia urgente en defensa de la Nación

Política energética
para que México sea potencia
económica en el siglo XXI



Este libro colectivo contiene un análisis de la situación de la industria petrolera mexicana y de las amenazas que se ciernen sobre ella y la Nación misma ante la amenaza de privatizarla por parte del gobierno y sus aliados políticos de la derecha, supeditándose a las grandes corporaciones extranjeras con especial énfasis a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos de América, nuestro poderos vecino del norte y socio en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAM-.

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos –ley suprema y resultado de la Revolución Mexicana- quedó establecida la propiedad de la Nación de los hidrocarburos del subsuelo, continental y marítimo. Esta propiedad se hizo vigente a plenitud hasta la expropiación de la industria petrolera que estaba concesionadas a empresas extranjeras el 18 de marzo de 1938 por el Presidente General Lázaro Cárdenas del Río.

Desde la expropiación hasta nuestro días, los recursos procedentes del petróleo han formado una parte fundamental de la riqueza que ha dispuesto el gobierno para suplir un gran déficit de recaudación de impuestos. Siendo así los hechos, esto equivale a una transferencia de la riqueza de la Nación a las grandes corporaciones privadas, nacionales y extranjeras, que no han pagado los impuestos que la Constitución establece ya que mediante leyes secundarias se les ha permitido la elusión de estos.

Una buena parte del desarrollo industrial y económico que tuvo México durante cinco décadas, hasta 1982, con un crecimiento de 6% anual se debió a la plataforma que representa la industria petrolera nacional. A partir de que la economía mexicana se fue subordinando a los intereses neoliberales extranjeros la economía decayó y no se recupera para satisfacer las necesidades nacionales actuales. En la actualidad la exportación de petróleo crudo cubre el gran déficit comercial por las importaciones que se realizan cada vez de más productos, incluyendo alimentos básicos. También la industria petrolera es la que ha provisto y provee al gobierno de la mayoría de divisas que llegan a formar parte de la reserva del Banco de México.

Desde que se hizo la expropiación de la industria petrolera han habido actores económicos y políticos que han pretendido y siguen pretendiendo revertir ese hecho que marcó un hito en la historia de México en el siglo XX. El argumento central de quienes ahora, desde el poder de algunas instituciones nacionales –la presidencia, grupos parlamentarios y partidos políticos de la derecha-, pretenden la privatización de la industria de los hidrocarburos es que no se disponen de recursos públicos para inversión en esa industria, siendo que es precisamente del petróleo de donde el gobierno ha dispuesto en las últimas décadas del 35 al 40% de sus ingresos para el presupuesto. Y prevalece la política fiscal de no gravar a las grandes corporaciones nacionales y extranjeras mediante procedimientos de elusión que la ley permite, haciendo la mayor carga fiscal en las personas físicas –trabajadores asalariados- y pequeñas y medianas empresas. Por ello la argucia de la carencia de recursos para expandir la industria petrolera es falsa, es un engaño.

También se señalan en este libro hechos de corrupción que se han propiciado en el otorgamiento de contratos –violatorios de la Constitución- y con la cobertura de las modificaciones a las leyes secundarias en la reforma de 2008. Se señala el hecho mismo que el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos posee, en razón de esas reformas legales, facultades que corresponden al Congreso de la Unión, lo o que está permitiendo una gestión de ese organismo en beneficio de los propietarios de las empresas contratistas, nacionales y extranjeras.

En un capítulo se hace el recuento de las reservas de petróleo y gas en la plataforma continental y lecho marino y del potencial de desarrollo que existe. Se propone un modelo de gestión para integrar a la industria petrolera actualmente dividida y una administración honesta, con eficacia y eficiencia. Se propone el rescate de la investigación para la innovación y creación de tecnologías mediante el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto de Investigaciones Eléctrica en colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y las universidades y instituciones de educación superior nacionales y de los estados.

En estos días se ha hecho pública la propuesta del gobierno federal de modificar la Constitución en sus artículos 27 y 28 para permitir ceder a empresas privadas lugar en las industrias petrolera y eléctrica. Se ha intensificado una campaña en los medios para convencer a los mexicanos que esa es la única forma para desarrollar la expansión de la industria energética nacional. Se está recurriendo al engaño sistemático y continúo. Este libro permite conocer los porqués de esa propuesta, que supeditaría los intereses de México a los de la geopolítica de los EE UU, que tampoco corresponden a los del pueblo norteamericano, y a los intereses de los propietarios de las empresas petroleras de ese país.

Este libro de puede leer en línea y obtener una copia en: dominiociudadano.org

Su lectura permite entender la situación de la industria petrolera mexicana y la red de intereses -extranjeros y nacionales- para su privatización. Lo que hay que impedir, ya que los hidrocarburos pertenecen a la Nación, a todos los mexicanos.

Y de allí copio el apéndice que se refiere a la industria eléctrica:

Mensaje del ingeniero José Luis Apodaca Villarreal
al director general de la Comisión Federal de Electricidad

La privatización transnacional y anticonstitucional de la electricidad, es la causa de la política de encarecimiento de las tarifas, con grave perjuicio para los usuarios mexicanos y la competitividad económica de la nación. A continuación, se reproduce el mensaje al nuevo director de la CFE del Ingeniero José Luis Apodaca Villarreal, que concisa y precisamente, demuestra el grave perjuicio para todos los mexicanos, como consecuencia de la privatización transnacional de la electricidad.(158)
―Los mexicanos estamos conscientes de que la mayor parte de la infraestructura eléctrica es patrimonio nacional y está bajo la responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad, una entidad paraestatal que se ostenta como una empresa de clase mundial. La Constitución establece que en el suministro del servicio público de electricidad no se otorgarán concesiones a las empresas privadas.
El Sistema Interconectado Nacional posee cierto grado de robustez, con plantas generadoras, líneas de transmisión y redes de distribución que —durante muchas décadas— han sido eficazmente planeadas y ejecutadas. Esto le permite operar confiablemente, a costos competitivos y mantener una cobertura de suministro para el 97 por ciento de los mexicanos.
La producción nacional de electricidad está diversificada en sus fuentes primarias de energía: la CFE dispone de plantas generadoras hidroeléctricas, nuclear y  geotérmicas, que producen un 20 por ciento de la electricidad anual; plantas de carbón para el 10 por ciento; otras que utilizan combustóleo o gas natural y aportan un 36 por ciento; y un bloque de electricidad del 34 por ciento, que es ―maquilado por empresas extranjeras, a las que la CFE les proporciona el gas natural y les cubre el costo de la inversión de sus plantas, bajo el muy caro esquema de financiamiento denominado Pidiregas. También existe producción privada en un 7 por ciento y autoabastecimiento remoto (venta disfrazada de productores extranjeros), que yaalcanza un 5 por ciento de energía adicional.(159)
La expansión del sistema de transmisión y subtransmisión en los tres últimos lustros se ha financiado también a largo plazo bajo el esquema Pidiregas, con tasas de descuento en dólares al 10 por ciento anual. Además del encarecimiento que implica este esquema, desaparecieron cientos de empresas mexicanas medianas que realizaban contratos de obra pequeños, ante la embestida de grandes consorcios de construcción extranjeros.
Las redes de distribución son aportadas gratuitamente a la CFE por los nuevos fraccionamientos, bajo diseños y normas de construcción proporcionados por la paraestatal, implicando una inversión equiparable en monto con la que corresponde al sistema de generación.
Los gastos efectuados por CFE durante 2011 fueron de 231 miles de millones de pesos (MMP): 128 MMP en energéticos primarios; 40 MMP en sueldos de 97 miles de trabajadores; 18 MMP para 36 miles de jubilados; 28 MMP en cargos fijos de inversiones pidiregas; y 17 MMP en gastos generales. Los ingresos por ventas fueron de 292 MMP, para lograr un remanente de operación de 61 MMP. El impuesto de aprovechamiento (57 MMP), el cargo por pasivo laboral (53 MMP) y la depreciación (28 MMP), absorben el remanente y crean un ―subsidio importante en las tarifas (83 MMP).
Existen varias áreas de oportunidad para obtener sustentabilidad de la CFE, mayor competitividad del sistema eléctrico nacional, aplicar tarifas justas y reducir riesgos de encarecimiento de la energía:
1. En el año 2011 las pérdidas de energía no técnicas (robos de energía) significaron 24 Terawatthoras (1012) (e implican montos de 35 miles de millones de pesos no facturados por año. Contrariamente a lo que pudiera pensarse no son las áreas populares marginadas las que más inciden en el monto de estos robos: son miles de empresas pequeñas y medianas, y usuarios de áreas residenciales. Los trabajadores activos y jubilados de CFE (133 miles) debieran involucrarse para eliminar los robos de energía, y obtener así los recursos futuros que se requieren para sus jubilaciones.
2. A diciembre de 2011 CFE ha recibido financiamientos Pidiregas para la expansión de la generación y la transmisión por 230 miles de millones de pesos (MMP), que implicarán un pago de 28 MMP anuales durante 25 años. Además se ha propiciado una sobreinversión, porque CFE ha planificado la expansión a largo plazo pronosticando tasas de crecimiento anual de las ventas de 5 por ciento, siendo que en la última década la tasa histórica es de 2 por ciento. El costo futuro de inversión para la expansión del sistema eléctrico nacional podría reducirse hasta en un 60 por ciento, si se ajustan las tasas de crecimiento y se obtienen financiamientos a una tasa anual de descuento del 5 por ciento.(160) El gas natural se ha mantenido a precio bajo durante los últimos cuatro años, llegando a costar la mitad respecto del año 2008. Para el combustóleo, el gobierno federal ha multiplicado por tres el precio del año 2007. Y el carbón nacional se mantiene permanentemente más bajo que el resto de los combustibles. Durante 2011, el 50 por ciento de la electricidad se generó con gas natural, 10 por ciento con carbón y 16 por ciento con combustóleo. En este último rubro, la CFE le transfiere a Pemex 56 MMP más que si se generara con gas natural. Aun así el costo medio de toda la generación de CFE se conserva en 0.55 $/KWH. Independientemente de la gran producción de shale gas en la Unión Americana, el gas natural no puede permanecer en el norte del continente americano por mucho tiempo cinco veces más barato que el petróleo.
3. La política mexicana de extrema dependencia del gas natural que incluye importación de gas licuado presenta riesgos importantes de encarecimiento, porque en Europa vale cuatro veces más que en América, y los contratos que la CFE tiene en Manzanillo con Repsol no han cumplido las entregas pactadas. Si a la CFE le incrementan el precio del gas al nivel europeo, el costo de generación aumentaría en 120 MMP y los precios medios de la electricidad en 40 por ciento.
4. La generación con carbón nacional, además de contribuir a nuestra independencia energética, resultaría bastante más barata, utilizando sistemas anticontaminantes y tecnologías modernas de turbinas de vapor ultra-supercríticas. Existen reservas de este combustible en la región de Sabinas, Coahuila, para operar 12,000 Megawatts durante treinta años. No hay justificación para haber evadido una política agresiva para invertir en esta opción desde hace doce años, en que consistentemente el carbón ha sido más barato que el resto de los combustibles.
La importación de carbón, si se hacen negociaciones oportunas a largo plazo, es también una opción barata (La Unión Americana genera el 50 por ciento de su electricidad con carbón y un 25 por ciento con plantas nucleares).
5. Se ha desarrollado un mercado de electricidad paralelo al de la CFE, con el esquema de producción de electricidad privada denominado autoabastecimiento remoto, que es una venta disfrazada de las empresas extranjeras a sus asociados. Se produce electricidad en un punto y se entrega en cualquier lugar de la república mexicana, utilizando el sistema interconectado nacional. Ambos se benefician de una transferencia que les hace la CFE, de los gastos en transmisión y distribución en que incurre la paraestatal y que no se cobran en su totalidad. La CFE subsidió el año pasado con 7.3 MMP este esquema de venta.(161)
6. El potencial de producción de electricidad eólica en México es de 12,000
Megawatts con costo final de 0.58 $/KWH si la inversión la hace directamente la CFE.
La sinergia que ofrecen, la capacidad instalada en plantas termoeléctricas ya amortizadas para respaldar la eólica, la disponibilidad hidroeléctrica y el sistema interconectado nacional, conjuntamente con la diversidad estacional de vientos y lluvias, dan oportunidad para un proyecto ecológico magno. Actualmente, el precio del combustóleo incide en un costo de generación de 2.00 $/KWH que cuadruplica el que corresponde a la generación eólica. Podría obtenerse un ahorro potencial de 50 MMP por año para 12,000 Megawatts eólicos.
La opción que realiza el gobierno federal es autoabastecimiento remoto con productores privados y tienen autorizados para el 2015 más de 2,000 Megawatts eólicos, con lo que las trasnacionales y sus asociados obtendrán ganancias importantes a costa de la CFE. Para el caso particular del estado de Chiapas, que contrató el suministro del alumbrado público con un productor privado, el Grupo Salinas se gana 1.00$/KWH.
7. La exportación de electricidad a la Unión Americana, que debiera atender la CFE para beneficio de México, es una rentable concesión otorgada a los inversionistas extranjeros. Se otorgaron permisos para producir 24 TWH y se han construido terminales en México para manejar gas natural licuado sin riesgos para los americanos que permitirá incrementar la exportación que hasta ahora se ha limitado a 1.2 TWH con una ganancia para los productores privados de 1,000 millones de pesos. 8. En los últimos 12 años CFE ha incurrido en distorsiones para algunas tarifas, que implican sobre cobros y subsidios cruzados. Para demostrar esta situación, vamos a utilizar como referencia de comparación la tarifa horaria de media tensión (HM), que no tiene subsidios y se le aplican todos los costos reales en que incide la CFE.(162)
La tarifa de alto consumo para uso doméstico denominada DAC, que aplica para medio millón de usuarios, implica un sobre costo para ellos de 5 MMP, porque presenta un precio medio de 3.50 $/KWH que multiplica por 2.5 veces la tarifa HM (1.40 $/KWH).(163) Lo más contradictorio es que los usuarios DAC pagaron la red de distribución secundaria y el transformador que les alimenta, y los costos de operación y mantenimiento son mínimos. Esto significa que la tarifa DAC debiera ser muy similar a la HM. Para llegar al extremo de la inconsistencia, la CFE les permite a estos usuarios instalar una subestación y les aplica la tarifa HM. (164)
La tarifa para alumbrado público promedia un costo nacional de 2.35 $/KWH, y tampoco tiene razón de ser, porque para el sistema de distribución de la CFE su aplicación es igual que los usuarios de la tarifa HM, porque los municipios o los nuevos fraccionamientos aportan los transformadores de distribución. Sin embargo, presenta un cobro en exceso de 67 por ciento (esta política tarifaria hace a los municipios presa de las trasnacionales que les aplican el autoabastecimiento remoto).
Sr. Director: es todo un reto para una empresa de clase mundial fundamentar que  aplica 83 MMP anuales en subsidios, si presenta tantas áreas de oportunidad: permite el robo de energía por 35 MMP; genera con combustóleo y gasta 56 MMP más que si utilizara gas natural; (165) paga en exceso por financiamientos Pidiregas 12 MMP; no ha aprovechado los recursos carboníferos y eólicos nacionales para reducir radicalmente el costo de generación en 70 MMP; y además subsidia a empresas extranjeras en la venta de energía para autoabastecimiento remoto con 7 MMP.

Notas:
158 Apodaca, marzo de 2013.
159 La reforma energética propuesta por Ernesto Zedillo y Luis Téllez en 1999 pretendía generalizar este esquema para todas las empresas grandes y medianas del país: amenazaban con que, de no hacerse, iba a presentarse crisis de desabasto en México, lo cual por supuesto no ocurrió.
160 La CFE tiene un programa de retiros de 11,000 Megawatts (106)de plantas termoeléctricas, con la justificación de que superan 25 años en operación. En Estados Unidos, su pool de plantas supera una media de 45 años en operación.
161 A la CFE le costó en 2011 un promedio de 0.47 $/KWH generar energía con productores independientes, y la tarifa HM tiene un precio medio de 1.40 $/KWH. La diferencia en costos que se cobra a un usuario en tarifa horaria de media tensión, es por los gastos de inversión, operación y mantenimiento de los sistemas de transmisión y distribución. ¿Por qué se cobra en autoabastecimiento remoto solamente un costo de porteo de 0.20 $/KWH? Los perjudicados son finalmente todos los demás usuarios mexicanos que ven incrementadas sus tarifas.
162 Contempla los gastos de inversión, operación y mantenimiento de los sistemas de generación, transmisión y distribución, además de los gastos de medición, facturación y cobranza.
163 Este costo de la electricidad, que es de los más caros del mundo, permite que florezca un negocio de autogeneración con celdas solares, cuyo precio es de 5,000 dólares por Kilowatt instalado.
164 Desde la perspectiva del costo social, resulta absurdo que se dupliquen instalaciones en la red de distribución, porque queda ociosa la capacidad ya pagada por el usuario.
165 A Pemex le cuesta diez dólares extraer un barril de crudo y vende a la CFE el combustóleo a cien dólares cada barril.


Título: Estrategia urgente en defensa de la nación, política energética para que México sea potencia económica en el siglo XXI
Autores: Alberto Montoya Martín del Campo, Rosío Vargas Suárez, Heberto Barrios Castillo, Francisco Garaicochea Petrirena, Gonzalo Núñez González y Manuel Bartlett Díaz –coordinador-
Edición de los autores con apoyo para la impresión del Partido del Trabajo, mayo de 2013.


El sábado 10 de agosto de 2013, el Movimiento Regeneración Nacional ofreció una charla del ingeniero Hberto Barrios Castillo, uno de los autores de este libro, en el Parque Morelos de Oaxaca de Juárez.


Ahí obtuve un ejemplar y el autógrafo:




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