domingo, enero 07, 2007

Andanzas, sandungas y amoríos



Andrés Henestrosa cumplió 100 años el 30 de noviembre de 2006. Con motivo de su centenario fue editado este libro, cuyo título lo describe.

El libro incluye un prologo escrito por Jacobo Zabludovzky, donde le recuerda y por ello nos enteramos sus lectores, que una húngara marcó sus años en 6 veces 14, él aspiraba 6 veces 15 y ya cumplió 10 veces 10.

En un introducción, Mariliana Montaner platica su experiencia al entrevistarlo en 2005. De las platicas que tuvo con el escritor resultó un conjunto de 8 relatos que sintetizan la vida Andrés Henestrosa. Sólo se me ocurre citar algunos párrafos:

Cuando era niño viví en el rancho, en el monte, a la orilla del mar, a la orilla del río... cantos de aves y flores silvestres daban la primera lección de belleza y de amor; el mar, la primera lección del infinito.

Yo hablo el huave y el zapoteco. El huave lo aprendí del pecho derecho de mi madre, del izquierdo el zapoteco. Después, de otros pechos aprendí numerosas lenguas.


Los indios nunca nos cansamos, hemos vivido caminando y seguimos caminando: muchos caminos he recorrido. Busqué otras palabras, otras miradas, cosas distintas a las que ya conocía yo. No tengo tristeza de mi pasado. A veces he creído que algunos de mis sueños se cumplieron.


Yo soñé escribir porque como en mi pueblo no había libros, había uno solo que recorría todas las casas, íbamos a verlo y a olerlo, porque la letra perfumada tiene aroma.

Hay una enfermedad que en zapoteco se llama dxibi guixa, quiere decir dxibi miedo y guixa, tonto, es como un miedo, una emoción, la padecen los niños que ven una relación entre hombre y mujer. Yo no la tuve porque desde niño sabía que eso era muy natural.

Llegué de mi tierra (a la ciudad de México) hambriento de saber. Fui a ver a Vasconcelos, a pedirle ayuda, era un 15 de febrero de 1923. Me fui a la Normal, ahí me dieron cama, lavado de ropa; yo no tenía más que una muda, la lavaba y la tendía a secar en el corredor, pero yo decía: esto no será siempre así, algún día tiene que cambiar.


Tuve muchas amigas... A María Izquierdo, la pintora, la encontraba cerca de los mercados con sus ropas coloridas y sus grandes moños de listones azules, verdes, colorados, era como un trozo de campo que pasaba. Lola Álvarez Bravo. La fotógrafa, Irma Marcué, Celia Montalbán, y otras amigas me invitaban a comer.

...viví en casa de Antonieta Rivas Mercado que era la suma de la elegancia y la delicadeza, una mecenas.


Y siguen los relatos de recuerdos.

Como colofón hay una biografía mínima titulada Don Andrés, escrita por Adán Cruz Bencomo. Menciona sus obras más conocidas, la primera Los hombres que dispersó la danza. Destaca entre los libros mencionados Retrato de mi madre que escribió cuando estaba becado en la Universidad de Berkeley. Su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua el 23 de octubre de 1964.

Desde el 30 de noviembre de 2006 y hasta el 31 de enero de este año, en La Casa de la Ciudad, Porfirio Díaz 115, de Oaxaca de Juárez hay una exposición homenaje por los 100 años de vida de Andrés Henestrosa. Ahí se muestran varios de sus libros en sus primeras ediciones y fotografías con sus amigas ataviadas con trajes de tehuanas y al centro, colgando del techo, la foto del homenajeado con su esposa Alfa Ríos.

Anteayer, que regresé de Oaxaca, entre otras canciones escuchaba La martiniana, escrita por Henestrosa: ... canta sones alegres / ...cántame la Sandunga/...música que no muere.


Título: Andanzas, sandungas y amoríos
Autor: Andrés Henestrosa
Editorial: Universidad Nacional Autónoma de México y Plaza y Valdes
Edición: Primera, terminada la noche del jueves 30 de noviembre de 2006 en homenaje por los 100 años de vida del autor.

5 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

Hermoso Andrés.
Tienes una chulada de libro.
En la Gandhi vi otro con sus fotos pero no recuerdo de momento el título.
Me emociona saber que los reyes me contestaron rápido.
Gracias

Abrazos

Angeek dijo...

¡Cuántas vivencias y genialidades en 100 años!

pRinCes@rtigas dijo...

orale, sin duda interesante post, te felicito... decir 100 años son palabras mayores...los idiomas mexicanos deberian ser rescatados, por lo menos que haya cursos para quien desee proseguirlos no crees?

un abrazo

Anónimo dijo...

FELICIDADES por la reeseña del libro de D. Andrés.
Me permití divulgarla en mi página con el crédito correspondiente.

www.lapaginadebetobuzali.com

Gracias

Lorena dijo...

Me encantó la reseña!, sabia tan poco o casi nada de Henestrosa, que pena... pero prometo ponerme al dia, es realmente muy bueno, me encanta todo lo que dice y como lo dice, un gran ejemplo a seguir...
saludos!