Gabriel García Márquez apreciado por el público en el Gran Teatro de La Habana, 1 de enero de 2009, cincuentenario del triunfo de la Revolución Cubana. |
Reflexiones expresadas ante un auditorio, ensayos breves, pensamientos en voz alta. Esto son el conjunto de intervenciones realizada en público por el escritor colombiano, latinoamericano y del mundo, Gabriel García Márquez, desde el inicio de su juventud a la plena madurez.
Están plasmadas en el texto sus opiniones con respecto a la lengua española y su ortografía, por ejemplo. Al paso de trece años ya fructifica con las reformas a la gramática que están en curso. Las preocupaciones sobre el desastre ecológico al devastar las selvas y los bosques y dañando con contaminantes los cuerpos de agua fueron expresadas hace varios lustros por el autor. Ahora, después de hacer poco o nada por la naturaleza, ya estamos viviendo las consecuencias.
Periodista de origen, defiende lo que llama el oficio. Analiza las enseñanzas de las universidades en lo que ya se llama ciencias de la comunicación. Reivindica a los periodistas que aprendieron su oficio como debe aprenderse, dice él, haciéndolo.
En un acto organizado para militares reflexiona sobre su distanciamiento de ellos. De lo que va platicando se deduce cómo fue creando una parte de su gran novela Cien años de soledad. O ¿será así de cierta la historia que le contó su abuelo? Tres mil trabajadores de las plantaciones bananeras en lucha asesinados y llevados en tren para arrojar sus cuerpos al mar.
Ante el reclamo de los europeos de que Latinoamérica no aportado nada al mundo, argumenta que es falso. Al menos se ha aportado la especie de dictadores sanguinarios que han ejercido el poder en varios países de la América continental y del Caribe. Algunos de ellos fueron inclusive caudillos liberales, recuerda. Define al Caribe no como una región limitada geográficamente, sino como una región unida por una cultura.
En su primera intervención en público, al despedir a la generación de bachilleres que le precedió advirtió que él no diría un discurso. Llamó a sus compañeros: Miembros de número de la Academia del Deber y ciudadanos de la inteligencia. Gabriel García Márquez ha cumplido, sigue cumpliendo su deber en la Academia, y su inteligencia lo hace uno de los ciudadanos más apreciables del mundo.
Título: Yo no vengo a decir un discurso
Autor: Gabriel García Márquez
Editorial: Mondadori
Edición: Primera, octubre de 2010.
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