Al parecer ya todas las ferias del libro que se hacen en distintas ciudades adoptaron el mismo nombre de Feria Internacional del Libro. La de Oaxaca no es la excepción. Y el viernes 4 inició la XXXI edición. La mayor parte de los stands son utilizados por librerías locales. Tienen especiales ubicaciones los de una marca de cuadernos y papel y otra de bolígrafos.
Las editoriales con sede en la ciudad de México no estaban presentes en el primer día de la feria. La única editorial que exponía sus libros es Almadía, una de las participantes en la organización. Paralelamente se inicio un ciclo de cine.
Busqué sin éxito Se llamaba Elena Arizmendi de Gabriela Cano y no estaba. En cambio en la infaltable librería, metida en un stand, de títulos antiguos me encontré La tormenta, el segundo volumen de las memorias de José Vasconcelos en edición de 1948. Tuve una interesante charla con el responsable de ese stand. Un librero que conoce su oficio. Uno toma un libro pregunta cuánto cuesta, él lo abre, ve y responde el precio. Le pregunté sí tenía una ecuación de: Título, autor, editorial, edición y qué otras variables para determinar el precio. Me dijo que eran sólo sus años en el oficio. Además de libros antiguos, algunos del siglo XIX, cuyo precio no está al alcance de mi presupuesto, tiene una buena dotación de libros de arte, desde el arte prehispánico hasta el contemporáneo de Gabriel Orozco y Javier Marín. Adquirí uno editado en 1920: Saturnino Herrán y su obra de Manuel Toussaint.
Libros para leer y soporte |
Y allí está la FIL de Oaxaca. Espera lectores.
Libros y música de marimba en la FIL de Oaxaca |
1 comentario:
Tan lindas las ferias de libros.
La edit Almaría es linda-linda sus ediciones.
Publicar un comentario