lunes, enero 09, 2012

La tormenta

José Vasconcelos en el mural del Palacio de Gobierno de Oaxaca
pintado por Arturo García Bustos en 1979-1980


Las vivencias del autor, posteriores al asesinato del Presidente Madero y hasta la llegada al poder del presidente provisional Adolfo de la Huerta. La vida en la ciudad de México luego en el exilio durante la usurpación de Victoriano Huerta. La guerra contra esa usurpación encabezada por Venustiano Carranza, otra vez al exilo, y el retorno a la patria. Esos son los recuerdos del libro segundo de memorias de José Vasconcelos.

Vasconcelos y Villa acompañando
al presidente provisional  Eulalio Gutiérrez
en una cena en Palacio Nacional
con el cuerpo diplomático
Uno de los dramas narrados en el libro es su huida de la prisión en que lo tenía Carranza y su adhesión a la Convención de Aguascalientes. Cumplió con las tareas que el gobierno provisional emanado de la Convención le asignó, una de ellas dar a conocer a Pancho Villa su destitución como Comandante de la División del Norte. Su incorporación al gobierno de Eulalio Gutiérrez como Ministro de Educación Pública. Las vivencias en la ciudad capital, asolados los vecinos por las acciones de las tropas de Villa y Zapata. Fraguó por órdenes de Gutiérrez la destitución de Villa como Ministro de Guerra y junto con el presidente provisional y sus leales salieron de la capital por la sierra de Hidalgo, luego San Luís Potosí y el sur de Nuevo León buscando como destino Saltillo para fortalecer ahí al gobierno de Eulalio. Él le asigna la tarea de representar a ese gobierno provisional en Washington. Y salé por Tamaulipas, toda esa trayectoria a caballo y cruzando con alto riesgo la frontera que estaba custodiada por los carrancistas –carranclanes, en palabra del autor-.

Esa aventura, a caballo hasta la frontera y luego en ferrocarril, la vivió al lado de Adriana, su compañera de armas –sus armas eran sus ideas y sus palabras- y amores. Con ella se fue a ganar la vida como representante de una escuela por correspondencia de empresarios gringos en Lima. Ahí se acercó a la cultura sudamericana, la heredada de la presencia española y conoció las ciudades prehispánicas de los Incas. Después de varios abandonos temporales en EE UU, ahí, en Lima, lo abandona definitivamente Adriana. Sufrimiento y penurias. Soledad y nostalgia. Finalmente decide regresar a EE UU, vía el Caribe. Viaja en un navío en el que se transporta a esclavos negros. Llega a La Habana y de ahí a Nueva York. Su refugio son siempre los libros y las bibliotecas.

Del este parte al oeste, a California y hace viajes temporales a Baja California. Trabajó para inversionistas gringos que pretendieron adquirir una flota de veleros alemanes que se encontraban en La Paz,  para el transporte de alimentos, negocio que no se realizó por la derrota alemana en la primera guerra mundial y ser confiscados todos los bienes alemanes en todos los puertos del mundo. Y vuelta a California y otra vez a Nueva York. La preparación de sus libros de reflexiones filosóficas ocupa su tiempo.

Finalmente en contacto con los obregonistas, acuerda unirse a ellos y regresar a México tras la derrota del gobierno de Carranza. Se les pasó la mano reflexiona con uno de sus amigos, solo se trataba de derrocar a don Venustiano –Carranza fue asesinado en su refugio de Tlaxcalantongo, Puebla, cuando huía de la ciudad de México al puerto de Veracruz-. Fue nombrado Rector de la Universidad Nacional de México, que incluía escuelas de educación media y desde esa posición inició la reconstrucción del Ministerio de Educación que creó durante el gobierno provisional emanado de la Convención de Aguascalientes.

Un capítulo de la historia de México visto desde el exilio por uno de sus protagonistas. Junto con sus vivencias personales. Una narrativa amable y ágil. Comparte el autor sus pasiones, por los libros, la filosofía, sus amantes, sus pocas oportunidades de buena comida y bebida. Nos acerca a saber qué es y cómo se vive el exilio político –tal vez no hay otro-.

Un libro que se disfruta, por su contenido sobre el México que fue y sobre un personaje singular: José Vasconcelos, culto como pocos, y más notable en aquella época de analfabetos alzados en armas y llegados a generales y al poder.


Título: La tormenta
Autor: José Vasconcelos
Editorial: Botas
Edición: Séptima, 1948

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