martes, octubre 19, 2010

Los mil y un velorios

Crónica de la nota roja en México



En algún momento las secciones de los diarios se fueron identificando por colores, reales o solo así nombrados. La rosa es la sección de las notas que hacen reseñas de los eventos sociales, del glamur  y otras exquisiteces. La amarilla es la de las notas sensacionalistas que retratan a los actores sociales –políticos, sindicales y otros- cuando son descubiertos en actos de corrupción. Y la roja es la sección de las notas policiacas, algunos diarios para gente culta no cuentan con ésta, otros están especializados en un solo color. Carlos Monsiváis se ocupó de analizar el contenido de las notas rojas a lo largo del siglo XX. Este libro es una crónica y ensayo sobre lo publicado en las secciones de policía de los diarios y revistas editadas en México.

¿Cuál de todos los crímenes será el más horrendo? Aquel que cause asombro hasta que suceda otro que sea más sanguinario y sorprendente. Ésta quizá hubiera sido la respuesta de Monsi. Lamentablemente fallecido hace pocos meses.

Asaltantes. Asesinos. Extorsionadores. Ladrones. Rateros. Secuestradores. Individualmente o en bandas, todos esos personajes son los sujetos de la nota color de la sangre hasta hace algunos años. Los últimos en aparecer en escena, en la nota roja, son los narcotraficantes. Son lo más elaborado dentro de la criminalidad. De tal manera que el semanario Proceso, antes especializado en política, por ejemplo, se ha ocupado desde su portada de las actividades de esos grupos delincuenciales, contra los que el gobierno federal sostiene una guerra sin que se noten avances.

De lo escrito por Monsiváis es de destacar:
La expansión del narco no es causa ni consecuencia de la pérdida de valores, es el episodio más grave hasta hoy conocido de la criminalidad como capítulo del capitalismo salvaje. Sí allí está el negocio, dónde se localicen las víctimas es lo de menos.

Es tal la criminalidad y sus actividades diarias que ya algunos medios no se ocupan de los casos, en tanto otros ya solo publican la cantidad de asesinados en el día. Las fotografías ya no impresionan. Algunos grupos ya recurren a la Internet para publicar sus videos para que se sepa sobre sus crímenes sobre otros criminales.

Para asombro, la nota roja ya no asombra. Hasta que vuelva a suceder algo asombroso, por su cantidad e intensidad de rojo o quizá la ausencia de éste.

Título: Los mil y un velorios
Autor: Carlos Monsiváis
Editorial: Debate
Edición: Primera, julio de 2010.

1 comentario:

Clarice Baricco dijo...

Otro libro más. Necesario leerlo.
Gracias.


Pd. Realmente nunca he visto la ciudad como un pueblo mágico. Aún le falta muchísimo para tal nombre. Pero bueno, ya ni hablo porque pueden lincharme.
Pd2. Ya tengo otra expo y espero que puedas ir a verla en la Carlos Fuentes.